Tras el 22-M
Madrid pide al PSE que insista en la búsqueda de acuerdos contra Bildu
El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, avisó ayer de que, si él pudiera, no dejaría que Bildu gobernara ninguna institución. También el presidente del Senado, Javier Rojo, pidió un acuerdo en ese sentido entre PNV, PSE y PP.
GARA | GASTEIZ
El presidente del GBB, Joseba Egibar, dijo el pasado lunes que, pese a que todas las cartas parecían estar boca arriba, todavía faltaba mucho para que se pudiera ver «la foto final» y advertía de que «junio va a ser muy largo». Entre las variables que maneja el PNV se encuentra la de que, a medida de que vaya acercándose el momento de elegir los diputados generales, crecerán las presiones desde Madrid al PSE pidiéndole que ponga todo lo que esté en su mano para evitar que Bildu se haga con el gobierno foral de Gipuzkoa.
La simple mención a que pudiera haber acuerdos puntuales entre Bildu y el PSE en las Juntas Generales (como las hubo en el pasado en el Parlamento de Gasteiz cuando la izquierda abertzale estuvo presente) ya mereció que el diario «Abc» llevara a su portada el titular de que «el PSE traiciona su promesa».
Cuando el martes se conocieron las declaraciones de Miguel Buen, el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, advirtió de que «con esa gente no hay que ir a ningún lado».
Ayer, el vicepresidente primero, ministro de Interior y líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, avisó de que, si él pudiera, no dejaría que Bildu gobernara en ninguna institución y «buscaría un acuerdo para que no lo hiciera». De este modo, Rubalcaba se sitúa «completamente detrás» de la propuesta de un acuerdo estable entre PSE, PP y PNV que lanzó Patxi López.
En cuanto a lo de los acuerdos puntuales con Bildu, el ministro de Interior apuntó que «estará en los grupos municipales, supongo que harán propuestas y podremos decir que sí o que no. El hecho de que una propuesta buena venga de un grupo que no nos gusta no quiere decir que sea mala».
Rojo invita a «conjurarse»
También el presidente del Senado, Javier Rojo, defendió un «gran acuerdo» entre PSE, PNV y PP frente a Bildu para dirigir las instituciones tras las pasadas elecciones. Según Rojo, la coalición «se tiene que ganar la confianza» de la sociedad, pero no desde la presidencia de diputaciones y ayuntamientos.
«Creo que es lo que quieren los ciudadanos, los empresarios, las organizaciones sociales», afirmó Javier Rojo en declaraciones a TVE. En sus declaraciones insistió en que ese mensaje ciudadano lo tienen que entender las tres citadas formaciones políticas para «conjurarse» y llegar a acuerdos, aunque advirtió también de que «lo que no puede pretender el PNV es tenerlo todo».
El PP anima a «ser valientes»
El presidente del PP de la CAV, Antonio Basagoiti, convocó ayer los medios para insistir también en la idea de que su partido, el PSE y el PNV deben «sentarse en una mesa y ponerse de acuerdo para que este país no se pare, para que no se enrede en el pasado y no ponga en riesgo las mejoras de la convivencia», dejando de lado «viejas disputas»y actuando con «altura de miras». Según añadió, «es momento de ser valientes, de sumar desde la responsabilidad, y no de estratagemas partidarias; no vale lamentarse ni quedarse de brazos cruzados».
El dirigente del PP resaltó la «trascendencia» del actual momento político, en el que, a su juicio, no se aborda «una negociación más de cuotas de poder» en las instituciones, sino que «nos jugamos el rumbo de qué va a tomar este país en los próximos años».
Por ello, mostró su disposición a trabajar hasta «el último minuto» para lograr un acuerdo para garantizar «la estabilidad y la normalidad» de las instituciones y evitar que «nos adentremos en un escenario de bronca partidaria, de viejas deudas políticas y de previsibles consecuencias de inestabilidad e incertidumbre para la economía y la sociedad vasca».
«O somos capaces de ponernos de acuerdo los representantes de la inmensa mayoría de los ciudadanos vascos, o dejamos a una gran mayoría de vascos que sean dirigidos por una minoría que nos quiere llevar a la Edad de Piedra en lo económico y a la Edad Media en lo político». Basagoiti aludía así a que la suma de PP, PSE y PNV en la CAV alcanza al 55% del electorado y obviaba que tanto su partido como el de Patxi López obtuvieron pésimos resultados el 22-M.
El PNV convoca a PSE y PP
La demanda de PSE y PP de conformar un gran acuerdo junto a los jeltzales será uno de los ejes de las reuniones que el PNV mantendrá hoy mismo por separado con ambos partidos en el Parlamento de Gasteiz.
Por parte del PNV asistirán a la cita la secretaria del EBB, Belén Greaves, y los presidentes de las ejecutivas regionales. La delegación del PSE estará encabezada por el consejero de Interior y secretario político del partido, Rodolfo Ares, y los secretarios provinciales. Y el PP enviará a la reunión a su secretario general en la CAV, Iñaki Oyarzábal, y a los presidentes territoriales.
El PNV ya ha descartado un pacto explícito contra Bildu, pero no otras fórmulas que podrían tener efectos similares, como la de presentar a su candidato en Gipuzkoa y que le voten. Además, mantiene fresca en la memoria la alianza de PSE y PP para sacarlo de Ajuria Enea.
Por lo demás, Egibar afirmó ayer que Bildu debe pedir la desaparición definitiva de ETA para superar el «déficit estructural» para llegar a acuerdos.
Patxi López asumió ayer, ante el denominado Comité Nacional del PSE, como «primer responsable», el «mal» resultado obtenido el 22-M, pero en su discurso hubo más de autoalabanza que de autocrítica. «Estamos viviendo un momento histórico en Euskadi, un sueño de generaciones de socialistas: tener un lehendakari y un Gobierno socialistas, y los tenemos», subrayó, según recogió Europa Press. Por su puesto, no hizo mención al escaso apoyo al tándem PSE-PP que reflejan los resultados electorales, ni a que, extrapolando los datos, el PSE perdería en los próximos comicios 6 de los 9 escaños que ostenta en el Congreso de los Diputados.
Entrando en harina postelectoral, el líder del PSE acusó al PNV de querer «provocar inestabilidad» en el Ejecutivo de Lakua y aclaró que no piensa en adelantar las elecciones autonómicas. No obstante, tendió la mano al partido jeltzale para alcanzar «pactos globales» antes del 11 de junio, fecha de constitución de los ayuntamientos. Y le aconsejó que «no haga excursiones a Madrid» porque esas decisiones se adoptarán «aquí».
Las conversaciones entre distintas formaciones dieron lugar ayer a una jornada casi frenética, en la que los representantes de Bildu acapararon gran parte del protagonismo. En Donostia lo hicieron por partida doble ya que, por un lado, se reunieron con Aralar para analizar la formación de la nueva Diputación de Gipuzkoa y, por otro, con el PNV en torno al Ayuntamiento de la capital.
Desde Aralar, tras la reunión Oxel Erostarbe confirmó que existe voluntad de colaborar conjuntamente para «dar un impluso al cambio político y social emprendido en Euskal Herria y Gipuzkoa». En palabras del alcalde en funciones de Elgeta, eso exige compromisos en cuanto a pacificación: «por el reconocimiento de todas las víctimas, por el derecho de los presos, por un final de ETA y por una restauración de derechos civiles y políticos para todas las personas». Sin detallar cúales son las coincidencias con el programa de Bildu, añadió que «en las próximas semanas» el objetivo será desarrollar el Acuerdo de Gernika.
El candidato de Bildu a diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, abogó por que, «en un grado u otro», Aralar «participe en la gobernación de Gipuzkoa» y que esté presente en la Mesa de las Juntas Generales. Preguntado sobre si han propuesto a Aralar que entre a formar parte del gobierno de la Diputación, indicó que aún no han empezado a tratar el asunto.
Garitano comentó también que las discrepancias con PSOE y PNV no impedirán alcanzar acuerdos puntuales. «Vistos los resultados, éstos nos conducen en buena lógica y salud democrática a un gobierno en minoría que tendrá que obedecer a las Juntas Generales en aquello que acuerden», puntualizó.
Mientras, el candidato a alcalde de Donostia, Juan Karlos Izagirre, acompañado de los ediles electos Josu Ruiz, Nekane Burutaran y Jon Albizu, se reunía con el PNV, representado por Joseba Egibar, Bakartxo Tejeria e Iñigo Barandiaran. Ambas delegaciones coincidieron en que se ha acabado el ciclo del PSE en el Ayuntamiento donostiarra porque la ciudadanía ha apostado por un cambio. Y subrayaron el respaldo que estos resultados han dado al proceso de normalización política.
Las partes intercambiaron sus respectivos programas, comentando los ejes principales de los mismos pero sin entrar a discutirlos en profundidad. Bildu expresó al PNV su voluntad de formar gobierno, «dando respuesta así a la voluntad expresada por la ciudadanía».
También hubo doble cita para Bildu en Iruñea: con Nafarroa Bai 2011 y con Izquierda-Ezkerra. En ambas participó, junto a otros electos, Maiorga Ramírez, cabeza de lista de la coalición al Parlamento. A la salida del encuentro, el dirigente de NaBai Txentxo Jiménez destacó que «no hay apenas ayuntamientos que dependan de un entendimiento» entre ambos grupos, limitando esta posibilidad a Altsasu y Berriozar; «en ambos casos -precisó- primará la negociación en el ámbito local dentro un planteamiento general de cambio».
Por Izquierda-Ezkerra, José Miguel Nuin, trasladó a Bildu dos ideas y la primera, según indicó a Efe, es que «en cada ayuntamiento se intentará llegar a acuerdos transversales, plurales y de izquierdas».
Maiorga Ramírez, por su parte, comentó que estos primeros contactos son «un paso importante», ya que Bildu ha constatado que tanto en NaBai como en I-E «existe un compromiso, una prioridad, de desalojar a UPN del poder».
En Bilbo, junteros electos de la coalición destacaron que el apoyo de 122.268 personas les han convertido en la segunda fuerza política de Bizkaia, aclarando que pondrán todo su activo político-institucional al servicio del cambio político y social. «Se abre un nuevo ciclo político -subrayó Joseba Gezuraga, apoderado por Busturia-Uribe- en el que los acuerdos entre todas las fuerzas van a ser inevitables».
Manifestó que reconocen que el PNV es el ganador en Bizkaia y le animaron a que trabaje teniendo en cuenta la nueva realidad que reflejaron las urnas. Por ello, advirtió a los jelkides de que serán beligerantes «si se pretenden imponer proyectos o iniciativas que no cuenten con la aprobación de la mayoría social». «El ciclo de la política del rodillo en Bizkaia se ha terminado», enfatizó. Citó, por ejemplo, el proyecto de Museo Guggenheim en Urdaibai, del que dijo que «el voto mayoritario a Bildu» en Busturialdea supone el rechazo ciudadano al mismo. La coalición avanzó que va a poner sobre la mesa un plan de revitalización, colaborando con los consistorios del entorno. GARA-AGENCIAS
El PSN se reunió ayer con Izquierda-Ezkerra en Iruñea en busca de posibles pactos en diferentes ayuntamientos en los que les sería posible conseguir las alcaldías si contaran con apoyos. En el encuentro entre el responsable del PSN José Luis Izco y el de I-E Juan Carlos Esparza, el primero mostró interés por alcaldías como la de Mendabia. En este municipio hay un empate a cinco concejales entre este partido y UPN; empate que debe dirimir IU, y la respueta de I-E fue que desea «cerrar el pasado a la derecha» pero con acuerdos que «recojan políticas sociales y de izquierdas».
Por otro lado, según dijo Txentxo Jiménez tras su reunión con Bildu, la postura de NaBai hacia el PSN sigue siendo «la misma», ya que «mantiene su oferta» para conformar un «gobierno de cambio».
La líder de UPN, Yolanda Barcina, por su parte, aseguró que es partidaria de «fijar un marco estable» con el PSN y el portavoz del Gobierno en funciones, Alberto Catalán, dijo que no conoce que haya contactos entre UPN y PSN, aunque subrayó que «los navarros no entenderían un acuerdo en el que tuviesen alguna posibilidad de decisión los nacionalistas vascos y, concretamente, Bildu». AGENCIAS