La epidemia por «E.coli» se propaga con la detección de cientos de nuevos casos
La epidemia causada por una bacteria mortal que se propaga por toda Europa se agravó ayer con una nueva muerte y cientos de nuevos casos en Alemania. Bruselas advirtió de que la UE se enfrenta a una «grave crisis», no sólo sanitaria sino también de consumo.
GARA |
La búsqueda del origen del brote infeccioso generado en Alemania comenzó de nuevo desde cero, tras descartarse la pista de los pepinos españoles. La epidemia de diarrea ha causado ya 17 muertes -una de ellas en Suecia- y se extiende fuera de las fronteras alemanas, aunque con un denominador común, el paso de todos los infectados por este país y el consumo de verduras crudas durante su estancia en él.
Pese a las medidas dispuestas en Baja Sajonia y Schleswig Holstein, las autoridades médicas informaron ayer de 200 nuevos casos, lo que da una cifra total de 1.900 infectados desde principios de mayo, según la agencia alemana DPA. También en Hamburgo, principal foco de la epidemia, aumentan los casos de personas infectadas. El número total de enfermos era ayer de 668, 119 más que la víspera.
La infección se propaga también fuera de Alemania, aunque en mucha menor medida. Mientras, se informa de decenas de nuevos casos en el resto de Europa e incluso en EEUU.
Ante esta situación, el comisario europeo de Sanidad, John Dalli, afirmó que la Unión Europea se enfrenta a una «grave crisis» y urge identificar lo antes posible la causa de la epidemia, que se limita, dijo, a la zona de Hamburgo. Pero la Comisión Europea, que ayer levantó la alerta sobre los pepinos españoles, advirtió de que no se trata sólo de una crisis sanitaria, sino también de consumo en toda Europa, porque se ha reducido drásticamente la compra e ingesta de frutas y hortalizas en general.
Estado español y Países Bajos, cuyos pepinos fueron señalados inicialmente por Hamburgo como causantes del brote, han pedido compensaciones por las pérdidas sufridas por sus productores. También Alemania ha solicitado ayuda a la UE por la caída de las ventas en en sector.
Tras la retirada el martes de la sospecha sobre los pepinos españoles por parte de las autoridades sanitarias de Hamburgo, Madrid estudia presentar una denuncia. Pero Alemania cerró ayer filas en defensa de la gestión política de la llamada «crisis del pepino» .
Así, la investigación para luchar contra una de las más graves epidemias de este tipo en el mundo, que se manifiesta con una hemorragia en el sistema digestivo, que provoca diarreas sangrantes, y en los casos más severos, una insuficiencia renal mortal (Síndrome Hemolítico Urémico), ha vuelto a empezar con nuevas herramientas.
El Instituto Federal Alemán para la Evaluación de Riesgos anunció el desarrollo de una nueva prueba, en colaboración con la Agencia francesa para la Seguridad Sanitaria, para detectar bacterias en los alimentos.
En Berlín, el Instituto Robert Koch informó ayer de trece muertes causada por la bacteria, cuatro más que el día anterior. La diferencia entre su balance y el de las autoridades regionales se debe a la demora en la transmisión de información.
El consejero de Sanidad de Lakua, Rafael Bengoa, afirmó ayer que el guipuzcoano ingresado en el Hospital Donostia sigue grave en la UCI, y que «todo indica» que sufre una infección de la bacteria «E. coli», por lo que se le practicarán nuevas pruebas analíticas para determinar si realmente está infectado.