Miles de israelíes se reunieron ayer en el barrio palestino de Sheij Jarrah, en Jerusalén Este, para celebrar el 44 aniversario de la ocupación y anexión del sector oriental de la ciudad santa por parte de Israel. Por la mañana, cuarenta miembros de los Fieles del Monte del Templo, grupo de extremistas judíos disidentes, también marcharon por Sheij Jarrah hacia el Muro de las Lamentaciones, en la ciudad vieja de Jerusalén, uno de los lugares más sagrados del judaísmo.

El «Día de Jerusalén» marca, para Israel, la «reunificación» de la ciudad santa tras de la Guerra de los Seis Días, de junio de 1967, y se celebra en un ambiente de fervor ultranacionalista.

Este año la tensión era mayor debido al desfile de unos 30.000 israelíes por el barrio palestino de Sheij Jarrah, por lo que fueron desplegados 3.000 policías.

Los vecinos palestinos observaban desde sus casas el tumulto originado por miles de jóvenes judíos que cantaban y bailaban ante la atenta mirada de efectivos de seguridad, en un acto considerado «una provocación» por los lugareños.

Sheij Jarrah es escenario habitual de protestas de palestinos e israelíes opuestos a la colonización y a la expulsión de familias palestinas para favorecer a los colonos judíos.