Finalmente, este año no se introducirá ninguna osa de Eslovenia en el Pirineo bearnés como se había previsto. El Gobierno francés tomó ayer su decisión en ese sentido aunque no dio ninguna explicación. Las asociaciones ecologistas y de defensa de la especie han criticado duramente la resolución de París, que consideran como «declaración de muerte» para la especie en esa zona y le han reprochado no cumplir con el compromiso adquirido hace un año. Christine Sourd, de WWF, calificó la postura del Gobierno de «electoralista». Las asociaciones de agricultores y ganadores, por su parte, se han congratulado de la marcha atrás de París y han subrayado la «valentía» de la ministra de Medio Ambiente.