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Campeonato Manomanista

Xala acepta el aplazamiento, pero se le hará muy largo

El delantero de Lekuine se entrenó ayer en el frontón Bizkaia durante una hora junto a Aritz Laskurain.

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Jon ORMAZABAL

Los objetivos actuales de Yves Salaberry, Xala, pasan mayormente por adaptarse lo mejor posible a un frontón de Miribila en el que sólo ha disputado un partido como profesional -fue la final del Parejas del 17 de abril con derrota ante Olaizola II-Begino- y que la espera de casi un mes desde que jugó su último partido no se le haga demasiado larga y termine afectando a su motivación y moral.

Con miras al primer objetivo, el delantero de Lekuine realizó ayer el primero de sus entrenamientos de cara a la gran final. Bajo la mirada de Jokin Etxaniz, su tutor en estos últimos años, y con Aritz Laskurain como sparring, el de Lekuine realizó una sesión de más de una hora para tratar de adaptarse en un frontón especial, en el que sólo han jugado mano a mano Martínez de Irujo y su rival Aimar Olaizola. Con tres semanas de margen, el lapurtarra tiene previsto acudir en otras dos ocasiones, al margen del día de la elección de material, al moderno recinto del barrio de Miribila.

Entendiendo que con estas sesiones su adaptación al Bizkaia será adecuada, su mayor miedo radica en tener la mente fresca. El lapurtarra teme que un mes puede resultar demasiado largo, «puede gastar mucho, especialmente mentalmente», pero asumió sin problemas la decisión de conceder el aplazamiento a Aimar Olaizola.

Por ello, y «para no perder el contacto a jugar con público», el pelotari ha acordado jugar un partido por parejas este domingo en Eibar, donde tendrá compañero a Aitor Zubieta, su botillero habitual, que regresa a las canchas tras superar una grave lesión de rodilla.

Muchos precedentes

Con el precedente de Abel Barriola en el Parejas tan cercano en el tiempo, en el mismo escenario y con los mismos protagonistas, puede resultar chocante que Xala tenga que esperar casi un mes desde que jugó su último partido, pero echando un vistazo a la historia se puede comprobar que es algo relativamente habitual.

En este sentido, el propio Xala solicitó que la final de 2004 se retrasara una semana por estar aquejado de una gastroenteritis, por la que Martínez de Irujo, a la postre campeón, se pasó más de un mes sin jugar, ya que tampoco disputó el último partido de la liguilla de semifinales ante Patxi Eugi, lesionado.

Solicitar el aplazamiento de una final tampoco es nuevo para Aimar Olaizola, y los recuerdos no son excesivamente positivos para el de Goizueta que, un año antes, sufrió un auténtico calvario ante Patxi Ruiz. En el primer año en el que las empresas de la LEP.M se decantaron por el sistema de liguilla para las semifinales, el de Goizueta se lesionó en el último partido de la misma jugado en Gasteiz el 8 de junio y la final, también ante el de Lizarra, terminó disputándose el 20 de julio. Y mejor que no se hubiera disputado, ya que el delantero recayó de esa misma lesión prácticamente en el primer pelotazo.

En el otro lado de la balanza, al de Goizueta también le tocó estar más de un mes sin jugar en el campeonato de 2009, ya que tras vencer a Urberuaga en octavos, se plantó en la final un mes más tarde después de que Barriola y Rubén Beloki renunciaran a jugar en cuartos y en la semifinal.

Las finales de 2008 y 2007, con problemas de Gonzalez en semifinales, y la de 2002, con el affaire del supuesto positivo de Mikel Goñi, también vieron modificadas sus fechas.

Aún quedan entradas a la venta

A pesar de la notable rebaja en los precios de las entradas, está claro que la final Manomanista no ha creado la misma expectación que la final del Parejas disputada hace poco más de mes y medio. Y es que, siendo el mismo escenario y con las localidades menos económicas 40 euros más caras, en abril las entradas puestas a la venta se agotaron en poco más de dos horas, mientras que a última hora de ayer, todavía quedaban algunas a la venta, al menos por internet.

Como suele ser habitual, las localidades que antes se acabaron fueron las más económicas y las que quedaban por vender eran de las de 70 y 100 euros. No obstante, los responsables de logística de las empresas se mostraron satisfechos con el ritmo de venta y, faltando tres semanas, no se contempla que el frontón no se llene el día de la final.

Cada empresa dispuso de 500 entradas para vender por teléfono, mientras que fueron 1.000 las que salieron a la venta por internet. Desde Asegarce destacaron que en torno al 90% de sus encargos por teléfono fueron de aficionados vizcainos. J.O.

Precedentes

Los aplazamientos o cambios de fecha inicial en la final del Manomanista han sido bastante habituales, 6 en los últimos 9 años, y el propio Xala también solicitó que la final de 2004 se retrasara por un problema de gastroenteritis.

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