Tras 16 años en la escena de la política de Nafarroa, CDN debatió ayer la opción de desaparecer y decidió bajar la persiana definitivamente. Como partido ha estado vinculado a un nombre: Juan Cruz Alli Aranguren. Presidente del primer Gobierno navarro de UPN, laminado por su entonces número dos Miguel Sanz y un aparato del partido hostil, creó su propio partido y en 1995 alcanzó un techo de 55.000 votos para formar gobierno tripartito con EA y PSN. El colapso del tripartito y la coalición con UPN fue el comienzo de un declive al que los nefastos resultados del 22-M han puesto fin.

Ya antes de la decisión tomada ayer, parecía evidente que la falta espacio político y una andadura errante a la sombra de UPN lo condenaban a una extinción programada. Entre la copia y el original, la gente prefiere el original y, a falta de base popular, una vez cerrados los grifos de las subvenciones públicas nadie apuesta ya por su viabilidad. Por otra parte, la normalización progresiva de la política en Euskal Herria conlleva normalizar un mapa político inflado y sobrerrepresentado. CDN no ha sido una excepción. Los partidos escindidos y minoritarios desaparecerán para compactarse en una nueva realidad.