Confebask exige a la mayoría sindical vasca que «abandone la confrontación»
La plana mayor de Confebask exigió a la mayoría sindical vasca que «abandone la confrontación» y señaló que es necesario introducir «la flexibilidad laboral en horarios, funciones y jornadas», que es «la receta para la supervivencia, la competitividad y el mantenimiento del empleo». También reclamó un tipo de contrato específico para los jóvenes que permita el despido «sin carga gravosa para la empresa».
Juanjo BASTERRA | BILBO
Los máximos responsables de Confebask comparecieron ayer en Bilbo para realizar un diagnóstico de la situación económica, financiera y empresarial de la CAV. Pidieron mayor flexibilidad laboral para situar a las empresas vascas en niveles punteros y exigieron a la mayoría sindical vasca que deje a un lado la confrontación, porque «es una cuestión de supervivencia». Se mostraron de acuerdo con las exigencias de la CEOE en materia de negociación colectiva y reclamaron un contrato específico para los jóvenes, «evitando cargas sociales» y que permita que sean despedidos «sin carga gravosa para la empresa», como dijo Miguel Lazpiur, presidente de Confebask.
La patronal vasca observa «una mejora» de la economía, pero admite que la «reactivación es lenta y débil». En este caso, el responsable del área económica, Eduardo Aretxaga, expresó que «costará salir de la crisis, debido a que se ha perdido el pulso industrial» y confirmó que «la destrucción de empleo se ha detenido y se está estabilizando el mercado».
Nuria López de Gereñu, secretaria general, remarcó los retos a corto y medio plazo. A su juicio, es «urgente y necesario» para los empresarios «resolver las necesidades financieras para subsistir e invertir». Confebask plantea que se mantengan las ayudas de financiación oficiales que se produjeron en «los años más duros de la crisis», 2008, 2009 y 2010, porque «todavía no se ha resuelto y tardará unos años», según precisó Lazpiur.
Nuria López de Gereñu indicó que «todas las partes debemos estar dispuestas a cambiar paradigmas en el ámbito de las relaciones laborales como ligar la retribución salarial a la productividad, porque mantener la tradicional ligazón con el IPC en un contexto como el actual, de fuerte repunte de la inflación, conllevaría una pérdida añadida de competitividad, frenaría la recuperación y pondría en peligro el mantenimiento del empleo hasta ahora no destruido».
Flexibilidad de horarios
La secretaria general de Confebask añadió que se deben explorar vías de participación de los trabajadores en la empresa, pero reclamó que «la receta para la supervivencia, la competitividad y el mantenimiento del empleo será la flexibilidad», entendida como la capacidad de cada empresa para «adaptar horarios, funciones, jornadas, etc. Será la clave para subsistir y competir en el futuro».
Todo eso se conseguirá, según Confebask, si los agentes económicos y sociales se adaptan al nuevo escenario post-crisis. «La supervivencia económica y social del País Vasco -dijo López de Gereñu- pasa por un planteamiento común de respuesta por parte de empresarios, organizaciones sindicales y administraciones públicas que permita sostener e incrementar nuestro crecimiento, competitividad y bienestar actual».
En este caso, la secretaria general de Confebask exigió «a la mayoría sindical vasca que abandone la confrontación. No son tiempos de confrontación».
Por otro lado, interpelados por los datos que ELA ofreció, extraídos de Eurostat, que indicaban que Hego Euskal Herria se encuentra en el grupo de cabeza en productividad y competitividad en la UE, Eduardo Aretxaga afirmó que «es una manipulación interesada».
LAB respondió a la patronal vasca que «parece que el modelo de la mayoría sindical no es del agrado de Confebask. Nos han pedido que dejemos a un lado la confrontación. Tienen un problema, que en Euskal Herria hay sindicatos que no ceden ante el modelo de relaciones laborales que nos quieren imponer. El modelo de concertación de CCOO y UGT es el que les gusta, cómo no».
En su comunicado, LAB destaca que «desde el inicio de la crisis todas las medidas han ido en perjuicio de la clase trabajadora», por lo que considera inaceptable que se quiera seguir profundizando en esa vía. «Nos dicen que el trabajo es demasiado rígido. Necesitan mayor flexibilidad y quieren atacar a los salarios». La central que lidera Ainhoa Etxaide admite que se están produciendo cambios en la organización de la economía, que conllevan actuaciones en el mercado laboral y en las empresas. La central sindical dice que está dispuesta «a entrar en un debate de mayor calado en cuanto a la alternativa, a hablar de cuál es el modelo económico y productivo que necesita Euskal Herria. Estamos dispuestos a hablar de la creación, mantenimiento y calidad del empleo; a hablar del modelo de protección social y de la política fiscal necesaria para ello y estamos dispuestos a entrar de una vez en el debate de cuáles son los instrumentos jurídicos y políticos que necesitamos para ello».
Para LAB, sí que hay una alternativa, sobre la base de «construir otro modelo económico y social que tenga como base el reparto equitativo de la riqueza», pero que Confebask «no está dispuesta a ese cambio, porque está cómoda dentro del diálogo social de Patxi López». Por eso, dice que LAB no aceptará profundizar en contra de las condiciones laborales. J. BASTERRA
Las negociaciones entre CEOE y CCOO y UGT sobre la reforma de la Negociación Colectiva se rompieron ayer, por lo que el Gobierno español la aprobará el próximo 10 de junio en el Consejo de Ministros.
Tras la ruptura, ambas partes se culparon del fracaso. Los sindicatos CCOO y UGT dijeron que la patronal «modificó a última hora el texto consensuado para generar controversia» y CEOE señaló que «los sindicatos no se han atrevido a dar más pasos adelante».
Confebask recordó ayer en Bilbo, antes de que se conociera la ruptura, que «es una organización de CEOE y acepta los postulados que ha defendido» en la negociación. J. BASTERRA