Con un considerable retraso, «En la estela de la noche» entró en la última edición de los Goya, optando a premio con su nominación a Mejor Película Europea. Es un thriller que genéricamente conecta con los clásicos sobre atracos fallidos, que van desde «Tarde de perros» a «Antes que el diablo sepa que has muerto», ambos dirigidos por el recién fallecido Sidney Lumet. Lo que hace diferente a esta producción germanosuiza es su marcado carácter generacional, haciéndose eco de una juventud europea actual que no encuentra salidas dentro de la situación agravada por las crisis económica.

En su desesperación, el trío de jóvenes que protagoniza «En la estela de la noche» planea y ejecuta un robo que se salda con un botín millonario en euros y francos suizos. Todo sale a la perfección, pero una cadena de detalles al azar evidencia que siempre queda algún cabo suelto, por lo que son sometidos a una violenta persecución. Las muertes empiezan a sucederse una tras otra, con los tres fugitivos lanzados a tumba abierta y sin importarles su futuro.

La tensión interna se deja sentir cada vez más, con la chica enamorada fatalmente del malo del grupo, interpretado por Stipe Erceg, distinguible por ese duro rostro a lo Jack Palance, que ha paseado precozmente por películas de impacto como «Los edukadores». Es el ogro del cuento de hadas que viven el chico y la chica que les acompañan, abocados a una gradual pérdida de la inocencia.

El tono es muy sombrío, incluso un tanto frío. Predominan las persecuciones y tiroteos nocturnos en un estilo de acción seco.