La cepa de la letal bacteria «E.coli», que ha matado ya a 18 personas en Europa -17 en Alemania-, es «muy rara» y hasta ahora no había provocado ninguna epidemia, aseguró ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Al tiempo que siguen las investigaciones para identificar el origen todavía desconocido de la contaminación, la OMS aseguró en Ginebra que «la cepa, aislada en los casos del brote infeccioso en Alemania nunca se había visto en una epidemia antes», aunque se había detectado «en casos esporádicos pero muy raros».

Para añadir más confusión a la situación, investigadores de la Universidad de Hamburgo-Eppendorf, que junto a una empresa biotecnología china han secuenciado el genoma de la bacteria, publicó un estudio según el cual la cepa es «totalmente nueva», particularmente agresiva y resistente a los antibióticos.

Alemania anunció ayer un nuevo fallecimiento, elevando a 17 los muertos por este brote en el país. A esa cifra hay que sumar una muerte en Suecia.

Ya se han registrado casos en Alemania, (2.000 ayer), el resto de Europa e, incluso, EEUU. Todos los enfermos habrían estado en Alemania.

El consumo de verduras sigue resistiéndose en Europa, pese a que los pepinos españoles acusados de propagar la bacteria fueron exculpados el martes por las autoridades alemanas. El vector de transmisión de la bacteria sigue siendo un misterio.

Las ensaladas las frutas y también la carne están en el punto de mira de los científicos.

Veto de Rusia

Los daños a la agricultura española son considerables y las exportaciones de verduras se han hundido. El Estado español Países Bajos, Alemania y Portugal también reclaman ayudas para sus agricultores.

La situación de los productores se agravó ayer con la decisión de Rusia de prohibir de manera indefinida la importación de todo tipo de verduras procedentes de la Unión Europea en todo el territorio, una decisión calificada de «desproporcionada» por Bruselas, que reclamó levantar inmediatamente este embargo. Rusia importa verduras frescas a Europa por valor de 600 millones de euros al año.

Entre tanto, los investigadores tratan a contrarreloj de encontrar el vector de la contaminación. Los expertos alemanes, que estudian desde hace días cientos de muestras, se encuentran frente a una tarea gigantesca.

La enfermedad, cuyo periodo de incubación es de unos 10 días, se manifiesta por fuertes hemorragias en el aparato digestivo y, en los casos más graves, por insuficiencia renal (Síndrome Urémico Hemolítico, SUH).