BBK, Kutxa y Vital se reunirán la próxima semana con los representantes sindicales para darles a conocer el impacto que tendrá en las plantillas la integración de las tres cajas. Está previsto que a mediados de mes los tres consejos de administración den luz verde a esa fusión mediante la creación de un banco para evitar la nueva legislación de las cajas vascas, que modifica la composición de las asambleas de compromisarios, y el nuevo mapa institucional tras las elecciones forales y municipales.

LAB denuncia que la aceleración de este proceso esconde «un fraude social», porque, según entiende la organización que lidera Ainhoa Etxaide, «da la impresión de que cierto sector político quiere acelerar el proceso de conversión de las cajas en un banco tras los resultados electorales».

La central sindical rechaza asimismo la bancarización de las cajas y la pérdida de su carácter social. «Tampoco vamos a permitir que se ponga en riesgo la función social y el papel que deben de jugar las cajas, mucho menos en estos tiempos de grave crisis», indica.

LAB dice que «estamos dispuestos, como lo hemos estado siempre, a apostar por una caja fuerte para Euskal Herria, que mantenga la función social y ayude a salir de la crisis a las personas necesitadas o a las pequeñas empresas».

Al cambio del mapa institucional tras las elecciones municipales y forales se une un intento claro de evitar la nueva Ley de Cajas de Ahorros de Euskadi, que sigue el mandato del Gobierno de Madrid aprobado el pasado 9 de julio de 2010.

El presupuesto de la CAV de 2011 determina que en el plazo de seis meses debe estar adaptada la nueva ley a las exigencias de Madrid. Tendría que aprobarse antes del 1 de julio por el Gobierno de Gasteiz, pero la tramitación parlamentaria alargaría el final del proceso, de ahí que los responsables de BBK, Kutxa y Vital se hayan anticipado, porque la nueva ley cambiará la composición de las asambleas. Según sus intenciones, para cuando se apruebe la ley de forma definitiva, las cajas vascas serán un banco.