BIZKAIA BILBAO BASKET, A LA FINAL DE LA ACB
Miribilla es testigo de la historia más bella de los hombres de negro
La ocasión la pintaban calva, y Bizkaia Bilbao Basket no la dejó escapar. Los vizcainos añadieron a sus habituales armas una enorme capacidad de sufrimiento, remontando tras un mal arranque y fases donde su desventaja rozó la decena de puntos. Sólo al final se rompió el partido.
BIZKAIA BILBAO BASKET 80
REAL MADRID 72
Arnaitz GORRITI
Historia viva sobre las gradas. Hubo que sufrir y casi llorar. Hubo que pelear cada punto ante un Real Madrid que, ayer sí, jugó con orgullo. Pero Bizkaia Bilbao Basket tenía su trozo de épica al alcance de la mano y no lo iba a dejar escapar. A la final. Y ante el Barcelona, a soñar.
Las cosas empezaron bastante mal, con un 2-9 de arranque con Tomic dominador y cargando de faltas a Mavroeidis y a Blums. Se notaba el exceso de ansiedad entre los locales, sobre todo un Mumbrú errático en el tiro de tres y un juego muy poco fluido.
El juego estático de los de Katsikaris empezó a funcionar y, de la mano de Aaron Jackson, los hombres de negro encadenaban un parcial de 6-0 para empatar a 13. La primera voltereta llegó con el 19-16, pero la reentrada de Tomic, junto con una gran bandeja anotada por Sergio Rodríguez sobre la bocina, dejó el marcador en 19-20 al final del primer cuarto. En este período sorprendió el empleo de Katsikaris de varias defensas alternativas, zonas y mixtas.
El duelo era un toma y daca constante, con ambos equipos compartiendo el liderato de forma alternativa. Mientras el juego discurría por estos emocionantes derroteros, con grandes acciones de Llull, Vasileiadis, Sergio Rodríguez o Banic, el público sufría con las decisiones arbitrales. Volvían los nervios y los errores. Mumbrú le regalaba dos puntos al intentar barrer un tiro libre y Prigioni adelantaba al Real Madrid 32-39. Los merengues cargaban el rebote de ataque y su balance defensivo era mejor. Con todo, al descanso todo estaba por decidir: 38-41, tras un triple de Suárez que se salió.
La hora de la verdad
Con el regreso de los vestuarios, los hombres de negro tomaron la iniciativa en el marcador, fruto de una mejora en defensa, sobre todo al cerrar el rebote, y un buen juego de pases. No obstante, la ausencia de acierto exterior permitió que el Real Madrid empatase a 50 y adelantarse tras un triple de Tucker.
La tensión subía por momentos y, en éstas, el Real Madrid volviá a abrir brecha, 56-62, merced a Suárez, Fischer y Llull. Un triple de Mumbrú puso a los hombres de negro a uno, y otro de Blums empataba el duelo a 64. Cada golpe lo respondía tomic bajo el aro. a falta de medio cuarto, el conjunto madrileño ganaba por 64-66.
Llegaba la hora de la verdad. Aunque de forma deslabazada, los locales se mantenían en la brecha, y empataban a 70 con un coast to coast de Jackson. Restaban 2.32 y Miribilla se ponía, otra vez, de pie.
Dos tiros libres de Jackson y una suspensión de Banic ponían el 74-70. A menos de un minuto. Tomic anotaba los dos tiros libres y Hervelle contestaba con un aro pasado de antología. Un error de Tucker y dos tiros más de Jackson hicieron historia. Enhorabuena Bilbao Basket!
A través de un vídeo colgado en Twitter, Shaquille O'Neal anunciaba que deja el baloncesto tras 19 años de carrera. A sus 39 años, O'Neal ha militado en seis equipos, ha logrado cuatro anillos y ha jugado en 15 All-Stars.
La final de la liga helena vivirá un cuarto partido, después de que Olympiacos ganara al Panathinaikos en el tercer duelo por 76-68 en el pabellón de La Paz y de la Amistad. El PAO tendrá su oportunidad este domingo en el pabellón OAKA.
El triunfo de Bizkaia Bilbao Basket supone, por otro lado, no sólo la clasificación para la final de la Liga ACB, sino asegurarse disputar la Euroliga del año que viene. Por ahora, el cuadro bilbaino ha de disputar una previa, pero si Unics Kazan o CSKA de Moscú ganan en Rusia -ambos jugarán la final-, Montepaschi Siena en Italia o Fenerbahçe en Turquía, los hombres de negro compartirán campeonato junto al Caja Laboral Baskonia, todo un hito en el baloncesto de élite de Euskal Herria, algo a valorar tanto por los aficionados como demás entes con mayor responsabilidad.
Katsikaris entró ovacionado y «sin palabras», de modo que prefirió destacar el «factor humano» de sus hombres, y declaró que el principal mérito fue el de «creer en sus posibilidades».
Por su parte, Emanuele Molin fue deportivo y aceptó la derrota. Se mostró más satisfecho con el juego que con el resultado, ya que declaró que «en los momentos más importantes, Bilbao Basket supo cambiar no tanto la inercia del partido, sino el del marcador. Suerte para la final», acabó. A. G.
