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pacto UPN-PP

UPN y PP cierran su pacto exprés contra los abertzales

Una reunión de apenas hora y media les sirve a Yolanda Barcina y Mariano Rajoy para ponerse de acuerdo con el objetivo de «parar los pies a Bildu», en palabras de Santiago Cervera (PP). El cabeza de lista lo elegirá UPN, y tendrá «voz propia» como pedía, pero siempre para apoyar a Rajoy.

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Iñaki IRIONDO | GASTEIZ

Una hora y media. Eso es lo que duró la escenificación de la reunión celebrada en Madrid entre la dirección del PP y la de UPN para alcanzar un pacto. La cita era a las 12.00 y a las 13.30 el presidente del PPN, Santiago Cervera, presente en el encuentro, ya lanzaba un tweet con el texto «preacuerdo para una coalición electoral entre PP y UPN para las elecciones generales, a expensas de su ratificación por ambos partidos».

El lubricante para que la maquinaria funcionara con tanta rapidez fue que, según explicó el propio Cervera en la web de su partido, «es una manera de pararle los pies a Bildu y poner dificultades para que la coalición abertzale obtenga grupo parlamentario».

En la reunión estuvieron presentes la presidenta de UPN, Yolanda Barcina; el vicepresidente, Alberto Catalán; y el secretario general, Carlos García Adanero. Por parte del PP, su líder, Mariano Rajoy; la secretaria general, María Dolores de Cospedal; la vicesecretaria de Organización, Ana Mato; y el presidente del PP en Nafarroa, San- tiago Cervera.

Las condiciones

Aunque el acuerdo alcanzado por las dos partes está todavía pendiente de ser ratificado por los órganos correspondientes de cada uno de los partidos, ya se conocen algunas de sus partes.

El orden de la candidatura de la coalición es que UPN encabezará la lista, al PP le corresponde decidir el nombre del número dos, y la formación de Barcina completará el resto con otros tres candidatos.

En la práctica esto supone que dado que lo más probable es que la coalición consiga dos diputados, uno sería de UPN, y podría integrarse en el Grupo Mixto, y el otro correspondería al PP y se sumaría al Grupo Parlamentario Popular. El representante del PP debería aguantar toda la legislatura, puesto que si por cualquier causa abandonara su escaño, éste iría a parar a un miembro de UPN.

Es algo que ya ha ocurrido en esta legislatura. Con motivo de la ruptura de 2008, los dos diputados elegidos por UPN se dividieron, yendo uno al Grupo Mixto y el otro al PP. Pero cuando Santiago Cervera dejó el escaño de Madrid para encabezar la lista al Parlamento foral, fue sustituido por el siguiente de la lista, de UPN, que se sumó al Mixto.

En vista de los resultados de las elecciones forales, el reparto de puestos resulta lógico. Sin embargo, Cervera pretendió presentarlo como un acto de magnanimidad, asegurando que «hemos sido muy generosos, porque desde el PPN no teníamos dudas de que podíamos hacer una fantástica campaña y ganar las generales en Navarra, igual que va a ganarlas Mariano Rajoy en toda España. Pero que por el bien de Navarra, y ante la petición de UPN de ir juntos, lo aceptamos».

A esto añadió que, en cualquier caso, la cuestión del primer puesto de la candidatura «pasa a un segundo plano, porque para nosotros nuestro cabeza de lista es Rajoy -escribió Cervera-, el futuro presidente del Gobierno».

La «voz propia»

Una de las condiciones que la dirección de UPN había puesto para alcanzar un pacto con el PP era tener «voz propia» en el Congreso de los Diputados. El secretario general del partido, Carlos García Adanero, mostró ayer su satisfacción por haberlo conseguido y declaró que el acuerdo «va a suponer que UPN va a tener una voz propia en Madrid, donde una vez más se podrá escuchar a la Navarra del Amejoramiento y de la Constitución».

Aunque una cosa será lo que se pueda escuchar en los discursos y otra lo que luego se vea en las votaciones. Porque el acuerdo incluye el compromiso de que el diputado o los diputados de UPN, como explicó García Adanero, «evidentemente apoyarán la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno de España». Y añadió que «si hay un Gobierno del PP, que esperamos que lo haya, el compromiso de UPN es el de apoyar su programa de gobierno, incluidos los presupuestos».

Es decir, la «voz propia» será para decir amén a las líneas generales del Ejecutivo de Mariano Rajoy. Todo ello, por cierto, mientras UPN mantiene un gobierno de coalición con el PSN en Nafarroa, al que el PP seguirá haciendo oposición, según insistía ayer Santiago Cervera en Twitter.

Sanz no será candidato

Entre las personas con las que UPN puede contar para buscar quién encabece la coalición no se encuentra ya el ex presidente Miguel Sanz. El acuerdo con el PP le ha quitado «las ganas» y «la ilusión de participar en la campaña electoral». Así se lo ha comunicado ya a la presidenta del partido, Yolanda Barcina, según informaba ayer «Diario de Navarra».

Sanz, que estaba dispuesto a liderar una candidatura en solitario, se mostró en contra de la idea de la coalición desde que Barcina la hizo pública sin habérselo consultado. Sostiene que es «pan para hoy y hambre para mañana»

Reacciones

Al anuncio del pacto UPN-PP le siguieron las reacciones. El portavoz de Bildu, Maiorga Ramírez, declaró que «a la unidad de la derecha foral y española es evidente que hay que responder desde la unidad, dejando a un lado los partidismos y los personalismos, generando un espacio común entre los abertzales progresistas y de izquierdas».

El portavoz de la coalición Izquierda-Ezkerra, José Miguel Nuin, aseguró por su parte que el acuerdo electoral de UPN y el PP es «legítimo», pero añadió que los argumentos dados por los firmantes para llegar a este pacto resultan «peligrosos» e «interesados».

El acuerdo abre otra pugna entre el PSN y los abertzales

La decisión de UPN y PP les da grandes opciones de seguir siendo la lista más votada en Nafarroa si se miran los números de las últimas estatales: 150.000 en 2000, 127.000 en 2004 y 133.000 en 2008. El pasado 22-M, la suma de UPN y PP totalizó 134.000 sufragios, y todo ello muestra que su electorado es bastante estable.

No ocurre lo mismo con el PSOE, que ha sufrido fuertes vaivenes: así, en las estatales de 2000 en que el PP logró mayoría absoluta se quedó en 82.000 votos, y ya con Zapatero subió a 113.000 en 2004 y a 117.000 en 2008. Pero ahora se prevé que quede bastante por debajo, ya que en las pasadas elecciones al Parlamento navarro apenas sumó 50.000 apoyos.

Por eso, la gran pugna puede estar ahora entre el PSN y la lista unida que salga del acuerdo de izquierda abertzale, EA y Alternatiba con Aralar. Se calcula que en 2008 entre NaBai y los nulos sumaron unos 80.000 votos, y el pasado 22-M NaBai y Bildu llegaron a 92.000 (habrá que ver cuántos se quedan con la opción de PNV y Zabaltzen ahora).

Lo previsible sería que UPN-PP logren dos diputados, el que gane esta pugna otros dos, y el tercero en discordia se quedará con uno. R.S.

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