Javier Pérez Royo 2011/9/17 | El País
¿A qué estamos jugando?
(...) En el caso de que el Tribunal Constitucional otorgara el amparo a Sortu antes de que se tuvieran que formalizar las candidaturas, las elecciones en el País Vasco se celebrarían de forma similar a como se van a celebrar en el resto del Estado. En el caso de que resolviera el recurso después de celebradas las elecciones, la campaña del 20-N se desarrollaría en el País Vasco en un clima política y electoralmente tan excepcional como el de las elecciones municipales del 22-M, que se tradujo en la irrupción de Bildu como una opción política con vocación mayoritaria con credibilidad en el País Vasco.
Sin decisión del Tribunal Constitucional, los pasos que se darían en el proceso electoral en el País Vasco serían los siguientes:
2º. (...) cabe esperar, y más todavía tras el discurso del Fiscal General del Estado en la apertura del año judicial, que se interpondrá un recurso ante la Sala del 61 del Tribunal Supremo (...) el Tribunal Supremo se pronunciaría en los mismos términos en que lo hizo en la pasada primavera.
3º. Contra la sentencia del Tribunal Supremo se interpondría recurso de amparo electoral ante el Tribunal Constitucional, que previsiblemente lo otorgaría, como lo hizo hace unos meses.
(...) No acabo de entender cómo estamos ayudando a ETA/Batasuna a transformar una derrota política en una victoria electoral. La democracia española ha derrotado a ETA/Batasuna. Los ha obligado a abandonar una estrategia centrada en el uso de la violencia y la extorsión como armas políticas y a sustituirla por otra exclusivamente política. Y, sin embargo, en lugar de seguir una estrategia que les haga concurrir ante los electores como lo que realmente son, los perdedores en el enfrentamiento con el Estado de derecho, estamos siguiendo otra que hace posible que se presenten como quienes están arrancando una conquista democrática a los que arbitrariamente se la niegan. En estas circunstancias el 20-N puede ser el 22-M corregido y aumentado. Y en un año aproximadamente hay elecciones autonómicas.
(...) Lo que se está haciendo debilita a todos los partidos vascos en general y al PNV en particular, al que se está poniendo en una posición sumamente incómoda, y fortalece únicamente a Bildu. ¿Tiene algún sentido?