La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, anunció ayer en Donostia que da por terminado, con el fin de esta legislatura, su periplo político y ha manifestado que «es hora de retomar» su oficio como cineasta, si bien ha ampliado las posibilidades a la literatura o el teatro. «Tengo dos años de incompatibilidad por ley y en ese tiempo sería bueno reflexionar, escribir y probar suerte en otros ámbitos, como la literatura o el teatro», manifestó tras entregar, en el museo San Telmo, el Premio Nacional español de Cinematografía al realizador Agustí Villaronga.

Sinde, que hizo un discurso muy político, considera que es «obligación desde la cultura y desde el cine denunciar la situación y dar a la realidad el peso que tiene».

Vilaronga, por su parte, reconoció que este año de éxitos a raíz de su película "Pa negre" ha sido «raro», tanto como para que le extrañe recibir este galardón. «Institucional yo no me he visto nunca en la vida», dijo. En cuanto a la posibilidad de llegar a los Oscar afirmó que «sería buenísimo, porque ya no eres tú, con tu película; es tu película representando a un país, lo que le da otra dimensión. La responsabilidad es muy grande y el susto que yo pasaría, ni te digo», señaló, con una sonrisa.