División de Honor femenina
Una lucha de poder a poder
Eider Rubio dispuso de la oportunidad de empatar de penalti a tres segundos del final, pero su lanzamiento se estrelló en el larguero.
ITXAKO 27
BERA BERA 26
Juan Carlos ELORZA
Itxako y Bera Bera ofrecieron un espectáculo fantástico, una pelea sin cuartel desde el minuto 1 hasta el 60, un constante toma y daca engrandecido por el coraje con que las jugadoras encararon el partido. Bera Bera jugó al límite de sus posibilidades, exprimiendo toda la energía de sus titulares, no ahorrando ni un gramo de esfuerzo, y con una fe y una claridad de ideas en su propuesta de juego durante todo el encuentro que a punto estuvieron de darle el triunfo.
Itxako se encontró con uno de los partidos más incómodos que recuerda. Tras ponerse 2-1 a los 3.30 minutos, ya no volvería a mandar en el marcador hasta el 37.30 (18-17). Bera Bera le impidió mover el balón con comodidad en ataque, y le obligó a jugar a remolque en el marcador, buscando soluciones a cada problema que le planteaba la defensa donostiarra y una Zoqby estelar en la portería. Pero donde no le llegaba con su juego colectivo aparecían sus individualidades, sobre todo Barbosa y Aguilar, entendiendo que la única forma de doblegar al Bera Bera era penetrar una y otra vez en su defensa, a costa de un gran desgaste físico, en busca de goles, penaltis, exclusiones...
Ambros Martín también cavilaba la forma de resolverlo y pidió un tiempo muerto mediada la primera mitad, con 7-8 en el marcador. A la vuelta cambió su defensa 6:0 situando a Tervel sobre Bea Fernández, que hizo un partido enorme ayer.
Bera Bera acusó el golpe. Sus ataques rápidos y profundos, en los que Bea Fernández había sido protagonista, se cortaron. Pero a cambio encontró la forma de llevar balones a su extremo derecho, donde Berta se mostraba infalible en el remate.
La igualdad y las cortas ventajas visitantes se mantenían, Bera Bera disponía de posesiones para aumentar su ventaja gracias a su defensa y las pérdidas de Itxako, pero la presión de la defensa navarra empezó a dar frutos, y en los diez minutos antes del descanso entre Cuña y Rubio perdían cinco balones. Itxako no conseguía funcionar en ataque y marcar goles, pero se iba al descanso minimizando los daños de su mal juego, con un solo tanto de desventaja.
La vuelta del descanso fue eléctrica. Itxako salió enrabietado, a mil por hora, y además de Barbosa y Aguilar encontró la forma de llevar el balón hasta Carmen Martín en el extremo, que ésta convirtió en goles.
Su defensa se mostraba mucho más agresiva, forzando pérdidas a la primera línea donostiarra. El balance del regreso fue un parcial de 7-3 en diez minutos que daba la vuelta al marcador (20-17). Se podía pensar que Bera Bera ya no daba más de sí. Nada más lejos de la realidad.
Reyes Karrere pidió tiempo, dio aire e instrucciones a sus jugadoras, y volvieron a la carga con un 0-2 que volvía a apretar el marcador (20-19). Una exclusión de Tervel, seguida de otra de Barbosa, proporcionaban a Bera Bera unos minutos en superioridad que aprovechaba para empatar a 22. Itxako encontraba en Zebic una nueva vía para superar la rocosa defensa visitante, y Karrere sustituía a Berta por Altuna con el encargo de maniatar a la extremo croata de Itxako. Con empate a 24 y 7.30 minutos por delante, Zoqby rechazaba una vaselina de Fachinello (la tercera vaselina que paraba), pero la alegría se trocó en decepción cuando el balón llegó a Agirre y marcó el 25-24.
Dos pérdidas de balón consecutivas y dos goles de Barbosa parecían doblegar finalmente al Bera Bera (27-24 a cuatro minutos del final), pero una triple defensa mixta propiciaba dos recuperaciones y dos goles que ponían el 27-26. A menos de un minuto Ambros pidió tiempo, y el marcador ya no se movió.
El partido fue grandioso, y el desenlace también. Con 27-26 en el marcador, a falta de 55 segundos y con una jugadora menos, Ambros Martín pidió tiempo, el segundo de la segunda mitad, posible desde esta temporada. Tras poner el balón en juego y recuperar a su excluída, Macarena Aguilar lanzaba fuera. El reloj marcaba 29.20. Eider Rubio intentó un pase demasiado forzado sobre Carvalho que ésta no pudo controlar. El reloj seguía corriendo. Aguilar subía el balón, botaba, y Eli Pinedo se lo robaba de forma alucinante. Bea Fernández se lanzaba a correr perseguida por Fachinello a la espera de que Pinedo recogiera y le pasara el balón. Cuando la amurriotarra logró controlarlo, le fue imposible hacérselo llegar, porque Fachinello agarró por detrás a Fernández impidiendo que recibiera el pase. Los árbitros pararon el partido, mostraron tarjeta roja directa a la brasileña... y pitaron penalti, ante el estupor del banquillo navarro. Bea Fernández no estaba en posesión del balón, pero los árbitros interpretaron que se impedía de forma ilegal una clara ocasión de gol -así lo dice el reglamento-, y concedieron penalti. Con tres segundos, Rubio lo lanzó al larguero. Cuando volvió a sus manos, para que esta vez sí, marcara, el tiempo ya se había consumido.