La demanda de la asociación de centros religiosos Kristau Eskola de un «reparto más justo» de los recursos apelando a la «igualdad y equidad de oportunidades» para todos los alumnos pertenezcan a la red pública o a la concertada -como es su caso- ha sido contestada por el Departamento de Educación del Ejecutivo de Lakua y EHIGE (Euskal Herriko Gurasoen Elkartea), confederación que representa a la mayor parte del colectivo de madres y padres de la escuela pública en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

La consejera de Educación, Isabel Celaá, compareció ayer ante los medios para dejar sentado que ambas redes, pública y concertada son necesarias, pero matizó que la primera es «el referente», por ser garante del derecho a la educación del conjunto de la población en todo lugar y en cualquier circunstancia, mientras la educación privada concertada es «complementaria» de la pública.

Celaá opinó que «es legítimo» pedir más recursos, pero no en base a datos «inexactos», en referencia a las cifras aportadas ante el Parlamento de Gasteiz por Aitor Bilbao, director de Kristau Eskola, patronal que aglutina a 141 centros educativos. Bilbao afirmó que el coste de cada alumno de Infantil y Primaria en la red pública asciende a 7.111 euros al año, mientras a cada alumno de la concertada se destinan 3.172 euros al año. Celaá le respondió ayer que «hay que comparar situaciones análogas» e insistió en que «no se puede utilizar la misma vara para medir realidades diferentes», porque ambas redes «no tienen las mismas obligaciones ni las mismas responsabilidades», según precisó.

En el mismo sentido, la responsable del Gobierno de Lakua detalló que la cobertura pública de la educación en localidades con baja densidad, en la atención a escolares con necesidades especiales o al alumnado inmigrante que no habla ninguna de las lenguas cooficiales representa costes no comparables a los que apunta Kristau Eskola.

En el mismos sentido, la confederación de padres y madres ha terciado en el debate para subrayar que «la Escuela Pública Vasca, como consecuencia de su vocación y deber de servicio público, está implantada en la mayoría de las localidades vascas, lo que motiva que exista una enorme variedad de centros, desde los que cuentan con apenas una docena de alumnos para atender a núcleos de población pequeños, hasta aquellos que cuentan con centenares de alumnos», por lo que preguntan «¿cómo se cuantifica económicamente esta diversidad?».

Aún dando por buenos datos de Kristau Eskola que distribuyen el alumnado al 50% entre ambas redes, EHIGE remarca que el alumnado que presenta condiciones especiales de escolarización, está en más del 70% de los casos escolarizado en la red pública».