El cantante melódico de los 90 Paco Arango, que dejó para la historia algunos de los videoclips más horteras de la música de consumo, se cansó del fenómeno fan y se reconvirtió en productor televisivo. Su creación de más éxito fue la serie «¡Ala...Dina», que se mantuvo durante tres años en emisión, con el protagonismo de Paz Padilla y de la posterior Miriam Díaz Aroca. Era un descarado plagio del clásico de la televisión estadounidense «Mi bella genio», creado por Sidney Sheldon y protagonizado por Barbara Eden. La popularidad del producto llevo a Arango a fundar la organización benéfica Aladina, dedicada a ayudar a los niños enfermos de cáncer.

De las experiencias positivas en dicho campo social nace el personaje central de «Maktub», un niño hospitalizado que influirá para bien en la vida de un adulto en crisis, interpretado por el actor argentino Diego Peretti.

«Maktub» es una comedia amable, un cuento navideño en la tradición optimista de obras maestras imperecederas como «Qué bello es vivir». Es el proyecto más ambicioso de cuantos se ha planteado profesionalmente en sus distintas facetas Paco Arango, y prueba de ello es que ha contado con un reparto de campanillas. Junto a la de Diego Peretti, la otra presencia foránea es la de Jorge García, revelado internacionalmente por la serie «Perdidos». La única cara nueva en esta película coral es la del menor Andoni Hernández San José, que tiene como madre en la ficción a Goya Toledo. La otra madre de la función es Amparo Baró, a la que acompaña en el cometido de su asistenta doméstica Mariví Bilbao. Y, hablando de actrices con amplia trayectoria, Rosa María Sardá se hace un hueco como la enfermera que anima a los pacientes del servicio de oncología infantil.

Todos estos personajes se cruzan unos con otros, tocados por un destino que les beneficiará colectivamente, hasta reunirse a la mesa para celebrar la Nochebuena. La conclusión va acorde con el mensaje buenrrollista que pretende transmitir al público «Maktub», un término árabe que, como en el caso de la genio de la lámpara Aladina, sirve a modo de palabra mágica pronunciada para hacer que los buenos deseos se cumplan.