«Lo más importante de la vida es no haber muerto»: un experimento muy surrealista
M. I. | DONOSTIA
Olivier Pictet, Pablo Martín Torrado y Marc Recuenco integran el trío catalán OLPAMA, que presenta esta ópera prima conjunta, recibida en el Festival de Sitges con gran asombro. Junto a asistentes que no logran entrar en la arriesgada propuesta, hubo otros que se mostraron elogiosamente entusiasmados ante semejante rareza. Estéticamente se encuentra a medio camino entre Buñuel y Hitchcock, dada su condición de tragicomedia surrealista con un suspense desconcertante. Presenta una extraña visión del transcurso de la posguerra a la transición, tan sui generis como la plasmada por Álex de la Iglesia en «Balada triste de trompeta», y con una utilización predominante del blanco y negro sobre el color.
Emilio Gutiérrez Caba interpreta a un afinador de pianos que realiza su trabajo dormido como por arte de magia, hasta que empieza a sufrir insomnio y los pianos desafinados se le van acumulando.
Dirección: OLPAMA.
Guión: Marc Recuenco y
Pablo Martín Torrado.
Producción: Saskia Vischer.
Intérpretes: Emilio Gutiérrez Caba, Marian Aguilera,
Mercè Montalà, Jordi Domènech, Carles Arguimbau, Xavier Tor.
Fotografía: Pietro Zuerecher.
Música: Ladislav Agabekov.
Montaje: Jordi Recort.
País: Estado español, 2010.
Duración: 82 minutos.