Casi dos meses después del cese definitivo de la lucha armada de ETA, la presidenta navarra y de UPN, Yolanda Barcina, confirmó ayer en el Parlamento su negativa a impulsar una mesa de partidos para abordar el diálogo político, como se le plantea desde Nafarroa Bai, Bildu e I-E.

Se mostró despreciativa con esta opción. Dijo que no es partidaria «ni de mesas de partidos ni de nuevos espacios ni de escenas de sofá». Sostuvo en paralelo que «aquí no hay una guerra, sino una organización terrorista que ha asesinado a parte de la ciudadanía», por lo que no ve motivo alguno para abrir un proceso político tras el fin de su actividad. En la réplica, introdujo nuevas excusas, como que entiende que «no es un tema prioritario para los ciudadanos» y que la mesa de partidos no pasa de ser «una obsesión» de las formaciones abertzales. Añadió que «quien todavía tiene que mover ficha es quien durante 50 años nos ha estado amenazando a todos».

Patxi Zabaleta (NaBai) acusó a Barcina de «no estar a la altura de estos tiempos, en los que se necesita una respuesta audaz». Reprochó además a la mandataria navarra que mientras ETA actuaba lo intentara explotar electoralmente y que ahora, en cambio, se desentienda.

Desde Bildu, Maiorga Ramírez se mostró preocupado sólo relativamente, ya que ve claro que «se van a generar foros y UPN estará en ellos. Y usted lo sabe», añadió.