El presidente del Banco Central Europeo (BCE), el italiano Mario Draghi, declaró ayer que es «inevitable» que se dé una recesión en la eurozona como consecuencia de los ajustes. No obstante, añadió que la recuperación de la confianza en los mercados hará que los efectos de los ajustes se vean aminorados. Draghi realizó estas declaraciones durante una conferencia pronunciada en Berlín, dentro de un acto organizado por la fundación Ludwig Erhard en conmemoración del canciller alemán considerado como el fundador de la economía social del mercado.

Según Draghi, las medidas de ajuste planteadas en la zona euro, hacen irremediable la contracción de la economía. El presidente del BCE consideró aun así que los ajustes son necesarios, ya que «a medio plazo el crecimiento sostenido solo se podrá lograr con reformas estructurales profundas». En este sentido, añadió que dichos ajustes «se han aplazado durante mucho tiempo».

Durante su intervención, destacó la importancia de instaurar las medidas con rapidez, por lo que apeló a los Gobiernos de la eurozona a aprovechar el momento actual para implantar las decisiones de la última cumbre europea. «La crisis no ha terminado. Es importante no perder el momento para implementar todas las medidas necesarias para poner la economía de la eurozona en buen rumbo», advirtió Draghi.

Por otra parte, justificó la reciente decisión del BCE de bajar los tipos de interés del 1,25 al 1,0% así como otras medidas, entre las que no mencionó la compra de deuda soberana.

Según Draghi, todas las medidas de ajuste están destinadas a «asegurar que las familias y empresas reciban créditos de la manera más eficaz posible en las actuales circunstancias». En este sentido, insistió especialmente en atender las necesidades de las pequeñas y medianas empresas y de dar buenas condiciones a las pymes argumentando que este tipo de empresas suponen un gran impulso al crear «cerca del 70% del empleo en la eurozona».

Conmemoración

Durante su conferencia, el presidente del BCE quiso recordar que el que fue canciller alemán desde 1963 hasta 1966, Ludwig Erhard, fue también defensor de la independencia de los bancos centrales. Añadió que los estatutos del BCE han sentado sus bases en este principio, que según Draghi, «va de la mano con la credibilidad del propósito de garantizar la estabilidad de los precios».