Hasta la fecha, los derbis entre Bilbao Basket y Lagun Aro GBC han mirado hacia la parte baja de la tabla, sobre todo por parte de los donostiarras, y casi nunca han servido como disputa de premios suculentos en lo que a la Liga ACB Endesa se trata. Pero el duelo de este mediodía en Miribilla es otra cosa.

La Copa es un objetivo difícil para cualquiera de los dos contendientes, pero ambos tienen sus posibilidades, y más que tendrá el conjunto que logre imponerse. Mientras, la escuadra derrotada habrá visto sus opciones coperas reducidas a poco más que cenizas.

Aunque deba jugar un partido más, la situación de Gescrap Bizkaia Bilbao Basket se presenta casi más delicada que la de su vecino. Las derrotas ante el Baskonia y Unicaja han convertido el derbi de hoy en una final, o casi. En este sentido, Fotis Katsikaris hablaba bien claro. «Los partidos pasan y tenemos que empezar a ganar», avisaba.

Por ello, el técnico heleno no se olvidaba de las cuatro victorias consecutivas que jalonan la llegada de Gipuzkoa Basket a Miribilla. «Vienen de ganar cuatro partidos seguidos, tienen una victoria más que nosotros y están mucho mejor que nosotros psicológicamente. Nuestra gente tiene que apoyarnos mucho porque va a ser un partido muy duro», reconocía el preparador de los hombres de negro.

Un agujero en el interior

Por su parte, Lagun Aro GBC afronta este derbi con ilusión desbordante, pero con un agujero casi más grande en su juego interior. Andy Betts no estará descartado sino hasta última hora, pero su lesión en el pie derecho hace que la participación del pívot inglés resulte casi quimérica, con lo que la nómina de hombres altos de los de Sito Alonso se limita a Doblas, Panko y Andy Ogide.

Aun así, el técnico donostiarra confesaba que «lo que más me preocupa es su juego en transición una vez que cogen el rebote. Ahí es muy difícil parar a Jackson y muy pocos equipos lo consiguen».