Biltzen acusó ayer al Equipo de Gobierno de Muskiz de actuar «al servicio de Petronor» al otorgar las licencias de apertura a las plantas de coque y de cogeneración. Además, advirtieron de que esos permisos se deben expedir antes de la puesta en funcionamiento de las instalaciones, y de que el horno de coque lleva meses trabajando, al igual que la unidad de generación de energía.

Biltzen critica que Petronor ha estado «meses trabajando clandestinamente sin que ninguna administración haya actuado para que se cumpla la ley». No pasan por alto que los responsables municipales no han hecho caso a sus continuas interpelaciones.

Los soberanistas de izquierdas apuntaron a que los tres corporativos del PNV que tomaron la decisión «tienen a familiares directos en primer grado» trabajando en la compañía petrolera, «lo cual -remarcaron- es causa de incompatibilidad, además de suponer una gran falta de ética tanto política como personal». Asimismo, otros dos ediles jeltzales -Rufino Manterola y Amaia Ibañez- no tomaron parte en la votación por ser trabajadores de la petroquímica.

Biltzen insiste en que es obligación del Ayuntamiento comprobar que Petronor dispone de todos los permisos en regla y que además cumple con los distintos condicionantes que se le han ido fijando para controlar sus emisiones a la atmósfera y controlar los ruidos.

No pasan tampoco por alto que la planta de coque no dispone de los accesos necesarios para la entrada y salida de camiones.