Iberdrola pide autorización para cerrar la central de Pasaia
Iberdrola presentó ayer al mediodía ante el Ministerio de Industria la solicitud para el cierre de la planta térmica de Pasaia debido al notable descenso de actividad. La decisión supondrá un importante avance en la reducción de emisiones de CO2, ya que la central utiliza carbón como combustible, y permitirá reordenar las instalaciones portuarias.
GARA | DONOSTIA
Según la información difundida ayer por fuentes de la empresa energética, la respuesta del Ministerio español de Industria a la petición de cierre podría llegar en el plazo de cinco o seis meses y, en caso de que sea positiva, se procederá a desmantelar las instalaciones, que ocupan terrenos propiedad de la Autoridad Portuaria de Pasaia.
La central térmica de Pasaia, construida en 1967 y en la que trabajan cerca de 70 personas, tiene una potencia de 214,57 megavatios y funciona con carbón de importación. En los últimos años, según fuentes de Iberdrola, había reducido notablemente su actividad debido al descenso de la demanda energética.
Su cierre está motivado, pues, por causas económicas, si bien en la decisión han pesado también razones medioambientales, ya que la utilización de carbón para generar electricidad constituye la mayor fuente de emisiones de CO2.
Tras conocer el anuncio, la secretaria de organización de Aralar, Rebeka Ubera, mostró su satisfacción por el cierre de la «obsoleta y contaminante» central y consideró que esta decisión puede ser una «pieza clave» para la regeneración de la bahía de Pasaia.
Por su parte, la organización ecologista Greenpeace, a través de un comunicado, celebró la decisión de Iberdrola que constituye «un ejemplo de la línea que el Gobierno ha de seguir ante la reforma del sistema energético que está elaborando. Cerrando Pasaia -agregó- se elimina un obstáculo en el camino hacia un modelo energético inteligente, eficiente y 100% renovable».
Greenpeace recordó que estas instalaciones utilizan carbón importado «que se recibe por vía marítima y se almacena, al aire libre, en las inmediaciones de la instalación».
Pero, además de ello, la organización ecologista insistió en que «la quema de carbón para la producción eléctrica es la mayor fuente de emisiones de CO2 por Kwh producido, por lo que dejar de quemar carbón es avanzar en la dirección correcta».
Entretanto, el presidente de la Autoridad Portuaria de Pasaia, Lucio Hernando, consideró que el cierre supone «una mala noticia», aunque admitió que de la misma, «en tiempos de crisis, puede surgir una oportunidad».
En un comunicado, Hernando se refirió al impacto que el cierre puede tener en la actividad portuaria y, en referencia a las declaraciones de satisfacción, señaló que «nadie se puede alegrar de la destrucción de riqueza y empleo sin garantías de sustitución por otras fuentes que los generen».
No obstante, quiso restarle «dramatismo» a este hecho ya que «el cierre de una central no es algo que se pueda efectuar de la noche a la mañana y los ingresos que la APP recibe de la térmica se van a ir aminorando con el paso de los años».
«Concretamente, en este año 2012 no va a tener ningún tipo de influencia, puesto que el concesionario, en este caso Iberdrola, antes de irse, tiene que dejar la concesión tal y como la recibió, es decir, con suelos descontaminados».
Asimismo, desmintió la información publicada ayer por un diario guipuzcoano que cifraba en un 20% la reducción de la actividad portuaria, y aseguró que no superaría el 11 o 12%.
Hernando insistió además en que con el cierre se van a «liberar una serie de espacios portuarios importantes, lo que puede ayudar a remodelar todos los tráficos dentro del puerto». Así, señaló que la manipulación de la chatarra «podría a medio plazo trasladarse a esos espacios liberados, lo que tendría menos impacto en la población».
El presidente de la Autoridad Portuaria de Pasaia, Lucio Hernando, consideró que el cierre supone «una mala noticia» por su impacto en la actividad portuaria, aunque admitió que de la misma, «en tiempos de crisis, puede surgir una oportunidad».