Los jóvenes de «Yo soy 132» quieren influir en las elecciones mexicanas
Casi un mes después de su creación, los jóvenes del movimiento «Yo soy 132» están convencidos de que van a influir en las elecciones presidenciales mexicanas y, aunque se resisten a apoyar a algún partido, son conscientes de sus acciones han favorecido a la izquierda.
Paula ESCALADA (EFE) | MÉXICO DF
«Ya estamos influyendo y creo que sí, que por la magnitud que esto está tomando vamos a influir en la decisión final», dijo en entrevista con Efe Miguel Ramírez, uno de los portavoces del movimiento «Yo soy 132», en referencia a su impacto en la campaña electoral. Su compañero y también portavoz César Sánchez consideró que el poder mediático que ha logrado el movimiento está haciendo que la victoria del favorito, Enrique Peña Nieto, del PRI, se vea más complicada. Los dirigentes estudiantiles se refirieron así a los datos de encuestas como la de Consulta Mitofsky que reflejan que en el último mes el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, está ganando terreno a Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), aunque el izquierdista sigue 14,4 puntos por debajo del candidato del PRI.
Pese a que el objetivo de «Yo soy 132» es trascender más allá de las presidenciales, los dos dirigentes estudiantiles explicaron que en la última asamblea del martes se dedicaron sobre todo a organizar acciones a corto plazo que eviten que el candidato del PRI llegue a la presidencia de México el próximo 1 de julio.
«Nos hemos manifestado contra él no por su persona o su forma de ser, sino por lo que representa; hay un hartazgo por la manera que se le ha venido promoviendo a través de los diversos medios y la gente con la que se encuentra coludido, gente que siempre ha estado relacionada con corrupción», declaró Ramírez. Pese a este rechazo, los estudiantes mantienen una posición de no apoyar a ninguno de los partidos, aunque son conscientes de que «sutilmente» están lanzando un mensaje a favor de López Obrador.
Además, invitaron a los candidatos a un tercer debate para el 19 de junio. Solo Peña Nieto declinó la invitación al considerar que «no genera condiciones de imparcialidad y neutralidad» porque el movimiento va contra él.