Elman Abdullayev | POrtavoz del ministerio de asuntos exteriores de azerbaiy�n
�La democracia no es una manzana que se pueda comprar en el mercado�
Elman Abdullayev es portavoz del Ministerio azerí de Asuntos Exteriores. Pertenece a la nueva generación de funcionarios de Azerbaiyán formado en universidades occidentales. Su labor es seguir acercando el país al modelo occidental mientras se resuelven problemas como la falta de libertades o los problemas territoriales.
Pablo GONZÁLEZ |
Algunos países, con democracias parlamentarias consolidadas, se enfrentan a graves problemas económicos, como es el caso de la Unión Europea, mientras otros salen de regímenes más o menos autoritarios, como Libia o Egipto. ¿Cuál es el momento actual que vive Azerbaiyán?
Azerbaiyán cree firmemente en el proceso evolutivo, pero eso necesita tiempo. Cremos, como solía decir nuestro líder nacional (el expresidente Heydar Aliyev y padre del actual mandatario), que la democracia no es una manzana que se pueda comprar en el mercado. La democracia es un proceso evolutivo. Por eso, creemos que con la evolución podremos construir un proceso democrático de una manera mucho más estable y transparente. Hemos vivido mucho tiempo en el seno de la Unión Soviética y la población tiene que estar preparada para construir una sociedad democrática. La educación es fundamental para conseguir nuestros objetivos. Hoy en día hemos conseguido varios logros en este proceso, cada vez enviamos a más y más estudiantes al exterior para que traigan nuevos valores a Azerbaiyán. Gracias a ello avanzamos en el proceso de integración en Occidente, lo cual es una prioridad para nosotros.
Un proceso no exento de críticas en el caso de Azerbaiyán.
Se tiene que ser tolerante y comedido con las críticas, aunque sean falsas. Dicen que en nuestro país tenemos problemas con el acceso a Internet, yo les digo que cualquiera puede coger un smartphone y entrar en la red por la mitad de lo que eso cuesta, por ejemplo, en EEUU. Por lo tanto, es falso que el acceso esté restringido. Las críticas también tienen que mencionar algunos logros. Tenemos más de tres mil periódicos en el país. ¿Alguien limita su trabajo o sus publicaciones? ¿Cómo podríamos controlar tantos medios? Se han creado las condiciones para que exista espacio suficiente para todos para expresar su opinión, pero las críticas falsas no ayudan al proceso democrático.
¿Las autoridades tienen una hoja de ruta para avanzar hacia una democracia de estilo occidental?
Las personas no son robots que se puedan programar. Tienen que acostumbrarse paulatinamente a los valores occidentales, ya que tenemos nuestra propia realidad en el país. El objetivo final es el mismo para ustedes y para nosotros, pero la realidad en nuestra parte del mundo y en la suya es diferente. No creemos en la posibilidad de crear un proceso democrático sin sentir la realidad sobre el terreno.
¿Existe oposición política capaz de disputarle el poder a los dirigentes actuales?
Sí. Tenemos demostraciones en las que diferentes grupos se reúnen y exhiben sus consignas sin problemas en el área de Bakú, siempre y cuando esos actos sean autorizados. Otra cosa es cuando se destruye propiedad privada y se violan las leyes, eso no es democrático.
¿Cuáles los mayores obstáculos en ese camino hacia la democracia?
Siempre hay problemas. El mayor reto es la construcción de una sociedad fuerte, y para ello hace falta un Estado estable y seguro. La ocupación de territorios azeríes por la vecina Armenia (aproximadamente un 20% del territorio del país en Nagorno Karabaj) crea un gran obstáculo para la región. Necesitamos estabilidad y seguridad para consolidar lo que hemos conseguido, esta ocupación nos supone una amenaza.
¿En qué punto está actualmente el conflicto con Armenia?
Para avanzar en el proceso es necesario, en primer lugar, que las fuerzas de ocupación armenias dejen ese territorio. Esto abriría inmensas posibilidades con la apertura de comunicaciones, el retorno de los refugiados y la cooperación económica. Azerbaiyán está abierto prácticamente a todas las iniciativas de diálogo, pero en Occidente tienen que entender que si no se saca a la gente armada no puede haber un diálogo inmediato. Armenia considera que se tiene que discutir el estatus final del Alto Karabaj primero, mediante un referéndum, pero eso es imposible. Echando fuera a los locales, trayendo a gente de fuera y creando un ambiente artificial para votar y conseguir más de un 90% de apoyo es ilógico. Por eso, la parte azerí de la comunidad del Alto Karabaj tiene que volver.
occidente
«Enviamos estudiantes al exterior para que traigan nuevos valores. Gracias a ello avanzamos hacia la integración en Occidente, que es una prioridad para nosotros»
«Para avanzar en el proceso de diálogo con Armenia es necesario, en primer lugar, que las fuerzas de ocupación armenias dejen el Alto Karabaj»