Los simpatizantes de LAB reiniciarán esta mañana su caminata por quinto día consecutivo. Ayer por la tarde, con 80 kilómetros a sus espaldas, los marchistas recibieron el apoyo de una representante del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), que se sumó a la manifestación de Berriozar que finalmente acabó antes de tiempo por decisión de los guardias civiles que debían de custodiarla.

María del Carmen García, del SAT, mostró el respaldo de su sindicato tanto a la marcha de LAB por Iruñerria como a la huelga general. «El día 26 hemos convocado una jornada de lucha en Andalucía en apoyo a la huelga general de Euskal Herria», explicó García. «En los momentos que corren, lo importante es estar en la calle: hoy una marcha, mañana un encierro y al siguiente huelga general o lo que sea», continuó. Para García, llegó el momento de apretar en las luchas sociales y obreras. «No es que haya motivos suficientes para una huelga general, es que ya se deberían de haber hecho varias para no haber llegado a esta situación», dijo la sindicalista.

García llegó desde Bilbo por la tarde. Para cuando pudo sumarse a los marchistas navarros, la Guardia Civil ya había intentado dar por terminada la manifestación. El conflicto con los policías surgió a raíz del paso de la comitiva de LAB por el polígono Agustinos de Orkoien. Al parecer, los agentes se soliviantaron cuando escucharon los lemas «Gastos militares para gastos sociales» y «Menos policía, más trabajo». La respuesta de los uniformados fue tomarse la revancha cuando los caminantes llegaron al punto de inicio de la manifestación. «Os estáis metiendo con nosotros y eso no se puede permitir (...) Estos lemas no constan en la convocatoria», le espetó un guardia a uno de los responsables de LAB, cuando decidió que no podrían realizar el recorrido previsto.

La Guardia Civil condujo la manifestación directamente al punto de llegada, la plaza Euskal Herria, impidiendo que se completara el rodeo. La protesta estaba abocada a terminar tres cuartos de hora antes de lo previsto, así que LAB decidió dar vueltas a la plaza para alargar la marcha (según el sindicalista Igor Arroyo, «como las madres de la Plaza de Mayo cuando les impedían manifestarse»). La intervención de la policía, por tanto, limitó la participación de la sindicalista andaluza a las vueltas por la Plaza Euskal Herria.

«Solidaridad y compromiso»

Xabier Urdin, actualmente en paro, es uno de las personas que llevan de caminata desde el lunes. «Me pareció una buena oportunidad de plantar cara a los recortes de UPN y PP», comenta para justificar su participación. De toda esta experiencia, Urdin se queda «con las muestras de solidaridad y de compromiso de la gente. De todos los que nos ayudan a pasar la noche y nos dan de comer y también de los que te aplauden cuando te ven pasar».

Todos los días han caminado entre 15 y 20 kilómetros. La idea inicial era retirarse a dormir en una acampada pero solo lograron montar las tiendas el primer día y después de mucho discutir con la Policía. «El primer día, en Burlata, nos acorralaron, pero al final cedieron. Los problemas nos los están poniendo los ayuntamientos en los que gobierna UPN», explica el marchista. Esta cerrazón ha sido contrarrestada por la solidaridad vecinal, que les han proporcionado sitios para dormir y ducharse. Hoy toca volver a ponerse en ruta. Recorrerán Sanduzelai, Donibane, Arrotxapea y Antsoain.