Afectados por ERE piden no aplicar la reforma laboral en Euskal Herria
Trabajadores de seis empresas vascas afectados por expedientes de regulación de empleo (ERE) y despidos exigieron ayer a los políticos vascos que se comprometan a no aplicar la reforma laboral impuesta por el Gobierno español, ya que está dejando a cientos de empleados en la «indefensión más absoluta». Advirtieron de que lo único que les queda es la lucha.
GARA |
Sindicatos y trabajadores de las empresas Laminaciones Arregui, Corrugados Azpeitia, Formica, Cementos Lemona, Alestis y Holtza, entre otras, se concentraron ayer junto a la sede del Parlamento autonómico de Gasteiz para protestar por la aplicación de la nueva legislación laboral y posteriormente se manifestaron por el centro de la ciudad hasta concluir la protesta frente a las oficinas de la patronal alavesa SEA.
En un comunicado, denunciaron que los propietarios de las empresas en las que trabajan están aprovechando la reforma laboral, que otorga mayor margen de maniobra a las empresas para efectuar despidos y modificar las condiciones laborales de los trabajadores, con el objetivo de «precarizar» su situación.
Los manifestantes recordaron que desde que el Gobierno de Mariano Rajoy inició la aplicación de dicha reforma, el retroceso en los derechos laborales es una constante.
«Cheque en blanco»
Los diferentes sectores que componen la economía vasca, añadieron, «están sufriendo de modo continuo la aplicación de políticas neoliberales» ante el «asombro, pero no resignación, del conjunto de la ciudadanía».
«El cheque en blanco que supone para los empresarios la aplicación de dicha reforma se está traduciendo en la aplicación indiscriminada de EREs, en el despido de cientos de trabajadores y en el bloqueo de los convenios», recordaron en el comunicado.
Por ello, los representantes sindicales de estas empresas opinaron que «no se puede» aspirar a la Lehendakaritza «sin ofrecer una salida a los trabajadores» y exigieron a la clase política un compromiso para que en Euskal Herria no se apliquen dichas reformas y que se alineen con la clase trabajadora y no con los banqueros y capitalistas. Por último, en el comunicado conjunto, advierten de que seguirán luchando en defensa de sus derechos, de sus puestos de trabajo y de su dignidad.
En este sentido, el comité de Laminaciones Arregui ha convocado para el próximo lunes una marcha hasta la fábrica al objeto de reclamar sus puestos de trabajo, «no solo de los huelguistas, sino también de los despedidos».
La empresa de Marcilla Ultracongelados de la Ribera, donde trabajan 146 personas, anunció ayer el cese de la actividad de envasado de verdura congelada y el traspaso de su centro de distribución.
Los trabajadores de Guardian Llodio han convocado una huelga indefinida a partir del día 23 después de que la dirección plantease «un número importante» de despidos.
El comité de Formica denunció ayer que la dirección de la empresa «está llamando por teléfono» a los trabajadores de Galdakao para «presionarles» para que acepten la última oferta que la dirección presentó para llevar adelante los despidos de 169 trabajadores, lo que conllevará el cierre de la planta, después de 66 años de actividad.
Pese a denunciar que la dirección está actuando «con mala fe», advirtieron que «nuestra intención, como lo hemos mantenido desde el principio, es negociar una salida para la empresa. Porque -según reiteraron ayer- ninguno de los argumentos que ha utilizado la dirección para cerrar Galdakao es creíble, porque pusimos todos ellos `patas arriba', porque no tienen consistencia. Su intención es marcharse cueste lo que cueste, pero se lo vamos a poner todo lo difícil posible». La dirección trasladó ayer por medio de un burofax que ya ha entregado la documentación de los despidos que va a llevar adelante. «Nos ha llegado la comunicación esta mañana, pero todavía no nos han llegado las cartas individuales de despido. Lo tenemos claro desde el comienzo y nuestra decisión es seguir hasta el final peleando por nuestros empleos y, a la vez, contra la desindustrialización no solo de nuestra comarca sino de otras zonas».
Los trabajadores tienen claro que van a acudir a los tribunales para que la dirección de la empresa se vea forzada a explicar la decisión del cierre «totalmente injustificada» y, ante esa situación, «ahí se decidirá, como ha ocurrido con Laminaciones Arregui o la vista que se produjo antes de ayer con los trabajadores de Corrugados Azpeitia».
Por otro lado, el comité denunció que tuvo conocimiento de que Formica «está sacando el material que teníamos acumulado en una planta de almacenamiento de Santander». De esta manera, los miembros del comité confirman con claridad que la intención de la empresa es «desprenderse de la planta de Galdakao, pero también de la de Valencia», porque «se están llevando el material».
Para evitar el desmantelamiento de la planta de Galdakao, los trabajadores controlan las instalaciones y mantienen la huelga. Lo que más les preocupa en estos momentos es conseguir la adhesión de los trabajadores vascos para frenar los expedientes de rescisión. J. BASTERRA
