elecciones del 21 de octubre | Iñigo Urkullu, candidato a lehendakari del PNV
«Dos años a fondo con la crisis y luego hablaremos del estatus»
Por primera vez desde 1980, el PNV vuelve a colocar a su máximo dirigente como candidato a lehendakari. Una decisión mayoritaria de la dirección del partido –pero no unánime– que da la imagen precisa del grado de control que Iñigo Urkullu ha adquirido sobre el PNV, después de la convulsa elección y mandato de Josu Jon Imaz. El candidato ha mamado el partido desde su infancia y ha hecho toda la carrera interna que se espera de quien llega a la cumbre. Con fama de hombre serio, le acompaña el sambenito de «soso», que rompe en el trato directo. Según una encuesta es hasta sexy. Como Patxi López.
Iñaki IRIONDO
En medio de la vorágine de la campaña, con actos de mañana y de tarde (un `corte' para los informativos del mediodía y otro para los de la noche), grabaciones para televisión y pasos por las emisoras de radio, Iñigo Urkullu sale de una reunión del EBB para hacer esta entrevista. Atiende primero solícito las peticiones de la fotógrafa para que pose aquí y allá, y sigue luego las indicaciones de la encargada del vídeo, sin perder en ningún momento la sonrisa. Mantiene en todo momento la prudencia sobre el futuro y dice no atender a las encuestas.
La ciudadanía va a contratar a un lehendakari, ¿por qué tendría que contratarle a usted?
Bueno... la ciudadanía va a elegir parlamentarios y parlamentarias, luego veremos a quién eligen. El PNV fue la lista más votada hace tres años y medio pero el lehendakari no ha sido del PNV.
En los carteles aparece su cara para votar. ¿Qué tiene Iñigo Urkullu que no tengan los otros candidatos?
No voy a entrar en lo que tengan o dejen de tener los demás. En cuanto a mí, aunque me da pudor decirlo, tengo capacidad de trabajo, constancia, tenacidad, disposición a escuchar siempre a los demás, intentar buscar puntos en común y voluntad de intentar sumar a todos los demás para los desafíos que tenemos en los cuatro próximos años.
¿Cuál considera que es el mayor logro de su etapa al frente del EBB del PNV?
Ha sido un trabajo continuado que va desde que asumí la presidencia del BBB, un ejercicio progresivo de poner al día el partido y adecuarlo a la globalización. Se dice mucho lo de la unidad interna del partido, pero ahí ha habido un esfuerzo compartido por parte de todos.
Pero el de la cohesión interna era uno de los retos que se puso al inicio de su mandato...
Sí, evidentemente. No podemos obviar que veníamos de una etapa convulsa en el año 2004 con el proceso interno que derivó en la elección de Josu Jon Imaz como presidente del EBB, tras los años de Xabier Arzalluz. Ese periodo de 2004 a 2007, que fue tenso en el seno del partido, creo que lo hemos resuelto satisfactoriamente.
Ahora se han producido unas tensiones en Araba con las elecciones al ABB, que han llevado a que las listas hayan cambiado en este territorio. ¿Son cosas que tienen los partidos?
Sí, pero las listas han cambiado, no porque haya habido una purga, sino por voluntad de quienes siendo parlamentarios han renunciado a seguir, en un gesto que les honra. El cambio en Araba no ha sido una cuestión de estrategia o línea política, sino de estilos personales y cuestiones propias de la organización.
En caso de que vaya a gobernar, ¿qué tipo de fórmula empleará?
Si me cabe la responsabilidad del gobierno, veremos cuáles son los resultados del día 21 y luego habrá que hacer un análisis de los programas electorales. Pero vengo diciendo desde hace mucho tiempo que en los próximos cuatro años van a ser necesarios grandes acuerdos en torno a tres ejes: el de la crisis, que es lo urgente; el de la consolidación del proceso de pacificación y avance en la normalidad y en la convivencia; y el de la redefinición del estatus de autogobierno para la CAPV.
¿La tradicional bicefalia del PNV puede ayudar a que si es lehendakari, practique usted políticas mas amplias que las del partido?
Si yo soy elegido lehendakari renunciaré a la presidencia del EBB. Pero soy una persona del PNV y estaría bueno que siendo todavía presidente del EBB estuviera pensando en que voy a hacer algo en lo que el PNV no esté de acuerdo.
Es decir, que en caso de que usted sea lehendakari, el futuro presidente del EBB no tendrá que hacer «actos de fe» para seguir unido al lehendakari...
(Sonríe) Sé por dónde va la pregunta (En vísperas de las anteriores elecciones, en un libro de entrevistas publicado por María Antonia Iglesias, Urkullu decía que «Hay muchos días en los que tengo que hacer actos de fe para seguir unido a Ibarretxe») Como aquello está sacado de contexto, no voy a entrar en esa cuestión, pero seguro que la persona que presida el EBB no tendrá que hacer actos de fe.
Está apareciendo mucho junto a José Antonio Ardanza y Juan José Ibarretxe. ¿Cuál es la intención de esta imagen?
La proyección a la sociedad vasca de la experiencia acumulada por el PNV. No solo la de Ardanza e Ibarretxe, cuando fui proclamado candidato también hice una referencia a Carlos Garaikoetxea, en la medida en la que cuando fue lehendakari representaba al PNV.
En el Alderdi Eguna, en la «manifestación» de EGI, le pusieron el cartel de «iheslariak» a Carlos Garaikoetxea...
A mi no me gustan ese tipo de expresiones, ni en ese ni en otros casos.
¿Hubiera pensado alguna vez que Carlos Garaikoetxea podría estar hoy compartiendo mítines y coalición con la izquierda abertzale?
Es una evolución de una parte de EA. Ha habido otra parte que ha hecho otra evolución distinta, de sintonía con el PNV.
El PNV sostiene que más autogobierno es mayor bienestar. ¿El trabajo por la soberanía es vivir o filosofar?
«Primum vivere, deinde philosophare». Lo dije en el mitin de Alderdi Eguna haciendo referencia a una máxima que utilizaba Xabier Arzalluz también cuando era presidente del EBB. Creo que ambas cosas son compatibles, y no solamente vivir y no filosofar. Primero vivir y después filosofar, que es compatible. Lo que es urgente, lo que hoy inquieta a los ciudadanos y ciudadanas, es salir de la crisis.
¿La acción de su gobierno se centraría en eso?
No solo. Creo que en estos cuatro años va a haber dos etapas. Una primera en la que nos tengamos que emplear a fondo a la recuperación económica. Y habrá, espero, tras haber asentado esas bases, una etapa para poder hablar también de un estatus de gobierno diferente.
Insiste Antonio Basagoiti en que es usted un peligroso independentista
Y yo estoy orgulloso de ser un independentista del Siglo XXI.
¿Qué es eso?
Pues un independentista que no es del Siglo XIX. Hoy en día no hay nadie independiente, nadie.
¿Pero le gustaría ser tan independiente como Alemania?
Es que ni siquiera Alemania es independiente.
Digo «tan independiente como».
Claro que me gustaría y ese es el camino, pero desde la concepción de la realidad jurídico administrativa que nos afecta como pueblo vasco, los diferentes ritmos que hay que seguir y, a partir de ahí, intentando hacer ver a la ciudadanía que el ganar mas estatus de autogobierno lo tenemos que hacer acompañados de una mayoría.
¿Cuáles son los pilares del nuevo estatus que propone?
Que tenemos realidades jurídico-administrativas diferentes. Estamos trabajando por la colectividad territorial en Iparralde, estamos trabajando también en la Comunidad Foral Navarra, pero nuestra vocación es, entendiendo que tenemos que dar pasos graduales, que la Comunidad Autónoma del País Vasco defina una relación bilateral con el Estado español con un sistema de garantías recíproco. Buscamos una institucionalización de las relaciones con la Comunidad Foral Navarra, que hoy no existe y que existió durante seis meses en 1996. Y, mirando a Iparralde, ir construyendo el concepto de eurorregión dentro de la UE.
¿La ponencia parlamentaria que proponen en el programa buscaría la redacción de un nuevo estatuto?
Como se hizo en el 2004 con el llamado «Plan Ibarretxe». Proponemos que haya un planteamiento que sea debatido por los partidos incluso antes de que llegue al Parlamento y que luego constituyamos una ponencia, que haya debate, y que si hay un acuerdo institucional en el Parlamento, eso lo sometamos a refrendo.
¿El estatuto del 2004 sería una referencia?
Sí, como lo sería el «Plan Ardanza». Hay una desfiguración del «Plan Ardanza» con relación al «Plan Ibarretxe». Si algo buscaba el «Plan Ardanza» era más la búsqueda de un estado libre asociado que de una reforma estatutaria. Y ahí está el derecho a decidir, que está aprobado en un proposición del año 90. Ese camino está recorrido.
¿Eso sería lo que se sometería a refrendo o tiene que pasar antes por las Cortes españolas?
Es un debate interesante. Yo me fijo más en lo que dice la disposición adicional única del propio Estatuto de Gernika (la aceptación de la autonomía no implica la renuncia del Pueblo Vasco a sus derechos), y no solo en lo que dice la Constitución. Y lo que me pregunto es qué mal hacemos en someter a consulta algo que ha aprobado el Parlamento, antes de ir a Madrid.
En Madrid no son muy partidarios de los referéndums...
Es un trabajo que habrá que hacer. Tenemos la experiencia del portazo del 2005, hemos conocido la decisión del TC sobre la consulta y todo eso lo tenemos que tener en cuenta para saber que los pasos que tengamos que dar sean pasos en firme.
¿Qué tipo de relación aspira a tener con el Gobierno español si es elegido lehendakari?
A una relación normal, con las discrepancias que nos correspondan por las diferentes formas que tenemos de ver la economía, la sociedad y la realidad jurídico-administrativa de la CAPV y la CFN. Espero que haya ocasión de trabajar en el proceso de pacificación, de normalización y convivencia, a pesar de la mayoría absoluta.
Usted dijo en una entrevista («El Mundo», 17 de setiembre): «Aplaudo la política antiterrorista de Rajoy, pero debería ser más audaz». ¿Qué se puede aplaudir exactamente?
Aplaudo la política antiterrorista... Aplaudo la política que se está haciendo por el momento. Lo dije en un contexto en el que el PP, hasta un mes antes de las elecciones generales, estuvo intentando la ilegalización de Bildu y Amaiur. Ahí están en la hemeroteca las palabras de González Pons y de la propia Dolores de Cospedal, un mes antes de las elecciones generales. En febrero de este año nos hemos encontrado con una moción de UPyD que buscaba la ilegalización de Bildu y Amaiur. Hemos conseguido entre todos que el PP votara en contra de algo que dijo que iba a hacer. Yo creo que en política penitenciaria el Gobierno ha dado pasos de manera más silenciada que lo que ha sido el caso de Iosu Uribetxebarria y también otros poderes del Estado. Creo que la Justicia española desde la Audiencia Nacional ha dado también algunos pasos... Pero me parecen insuficientes y hay mucho por hacer.
¿En qué puede ser más audaz?
En el tiempo que vivimos después del anuncio de ETA de cese definitivo de la acción armada, debería hacer una política penitenciaria mucho más acorde a lo acordado por el Parlamento Vasco en 1997 y a la demanda mayoritaria de la sociedad vasca. El cumplimiento estricto de la ley, al que suelen acogerse los gobiernos, permite otra política penitenciara mucho más flexible y dinámica de la que hasta ahora vienen aplicando, antes el PSOE y ahora el PP.
En política económica, ¿se puede seguir la senda de los recortes del Gobierno español?
En absoluto. Nosotros solo hemos aprobado los Presupuestos Generales del Estado en tiempos de Rodríguez Zapatero como presidente y solo tras negociaciones que hayan servido para traer transferencias o inversiones, pero no hemos aprobado ninguna de las medidas económicas propuesta ni por el PSOE ni ahora por el PP. Y estamos absolutamente en contra de las medidas de recorte que plantea el Gobierno del PP.
¿Cuál es la alternativa?
Es necesaria la austeridad, pero no mirando solo al déficit y a la deuda pública, como dice el Gobierno del PP, sino la austeridad mirando a la priorización del gasto y compatible con partidas de inversión. Lo que hace falta es reactivar la economía y no procediendo a recortes que castigan al que puede tener un nivel adquisitivo que pueda hacer el consumo. Eso ahoga la economía. Si hay que hacer recortes habrá que ver dónde. No somos partidarios de los recortes en políticas públicas sociales, en modo alguno, por mucho que alguien intente identificarnos con el PP. Nada mas lejos de la realidad. Y en la priorización de gastos, tenemos que saber dónde invertir, que pensamos que es en la política industrial, en la política para las empresas.
¿Qué espera encontrar en los cajones de Lakua?
Ya dije que voy a proceder a una auditoría política externa. Creo que no pasa nada por ello ni estoy poniendo en cuestión la profesionalidad de los funcionarios. No es responsabilidad de los funcionarios cómo presentan las cuentas los responsables políticos. Seguro que los profesionales han hecho bien su trabajo. Otra cosa es quien haya maquillados las cuentas o quien haya decidido presentarlas de una manera u otra. Quiero saber el estado real de las cuentas, ordenarlas. Porque partimos de la evidencia de que este Gobierno se encuentra con una deuda pública de 650 millones de euros aproximadamente, y hoy, a fecha de mayo, tiene más de 5.400 millones de euros de deuda. Es decir, ha multiplicado la deuda por ocho. Seguramente, con la caída de recaudación y el nivel de gasto comprometido que tiene este Gobierno, al final del ejercicio nos encontraremos con más de 6.000 millones de deuda. Siendo eso preocupante, lo es más la carga financiera que deja y que asfixia al próximo Gobierno en su capacidad de actuación. Pasamos de tener 400 millones de euros de carga financiera en este ejercicio a tener 700 u 800 millones en el 2014 o 2015.
¿Cuánto tiempo se tarda en hacer una auditoría así?
Tendrá que ser muy rápida. Lo que pasa es que llevamos tres ejercicios en los que el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas no ha hecho la auditoría del Gobierno.
¿Es el ritmo normal?
No. Todos los años se hace la auditoría de las diputaciones. Conozco, porque nos corresponde gobernarla, que la auditoría de la Diputación de Bizkaia se hace cada año y supongo que será así en las otras dos diputaciones también. No sé por qué el TVCP no ha podido hacer la auditoría de las cuentas del Gobierno vasco en cada uno de los tres ejercicios.
¿Sospecha de alguna razón?
Bueno, lo dejo ahí. (Según la web del TVCP, están auditadas las cuentas de Bizkaia de 2010, y las de la CAPV, Araba y Gipuzkoa de 2009)
Y con todas estas apreturas económicas, ¿por qué el PNV hace una propuesta de adelantar el dinero de la construcción del TAV, una financiación que corresponde al Estado?
Es una competencia del Estado que en una negociación de los Presupuestos Generales del Estado el PNV consiguió que se comprometiera con el trazado del Tren de Alta Velocidad. Para eso, tuvimos que buscar un fórmula que consistía en que en Gipuzkoa el sistema de pago era mediante detracción del Cupo y el tramo Gasteiz-Bilbao lo financiaba directamente el Gobierno español, que se comprometió a que las obras estuvieran finalizadas para el año 2016. Hoy conocemos que su proyecto de presupuestos para el próximo año hace que se reduzcan de manera importantísima las inversiones previstas en la CAV. Por ejemplo, se suprime la aportación a la Fuente de Neutrones por Expalación. Y del TAV hemos leído que no se van a cumplimentar los compromisos para la puesta en marcha para 2016.
¿Por qué adelantar el dinero?
Porque entendemos que el TAV articula la comunicación entre las tres capitales, además nos coloca en Europa y llevamos veinte años de retraso con la llegada del AVE a Sevilla. Creo que perteneciendo a la red transeuropea como pertenecemos en el Eje Atlántico, Euskadi está más cerca de la UE que lo que está Sevilla. Junto a esto, está todo lo que supone en la dinamización de la economía en el ámbito de la construcción, de la construcción auxiliar, de todos los componentes del trazado del TAV. Pero, además, se ha comprobado que a cada ciudad que llega la Alta Velocidad, significa, como mínimo, el incremento del 2% del PIB del turismo.
El problema es que da la impresión de que de Gasteiz a Burgos no habrá línea de alta velocidad en muchos años y de Irun hacia adelante, tampoco... Va a ser un cercanías de alta velocidad.
Bueno, pero también va a ser una provocación para los propios estados español y francés. El Estado francés está en el debate de la conectividad con el trazado de la alta velocidad de la CAV y yo creo que esto ayuda.
¿La posición del PNV en Iparralde no es la de ralentizar esos trabajos?
No, en absoluto. (Jean Tellechea, candidato del PNB, sostuvo ya en mayo que el paso debe hacerse por la línea ya existente, sin necesidad de nuevo trazado)
¿Cree que la imagen que tiene no se corresponde con la realidad? Me refiero a esos vídeos en los que distintas personas que le conocen insisten en que no es tan serio como parece...
Sé que proyecto esa imagen seria y que probablemente en la entrevista también lo esté haciendo, pero en el trato cercano no soy así.
Al margen de cuestiones anecdóticas, lo cierto es que los políticos aparecen últimamente en los sondeos como un problema. ¿Qué se puede hacer para darle la vuelta a eso?
Esa es una preocupación que tengo desde hace mucho tiempo. Y lo vengo compartiendo en el seno del PNV muchas veces. Me preocupa esa imagen que proyectamos, que nosotros probablemente provoquemos, pero que también desde los medios de comunicación y desde otros ámbitos de la sociedad se intenta proyectar. El culpable de todo es el político. Y los políticos son unos chorizos, son unos corruptos. Los políticos solo viven de privilegios, de prevendas... y no es así. Lo que pasa es que los malos ejemplos de unos pocos nos afectan a todos por igual. Creo que la sociedad debiera ser consciente de la importancia que tiene ser político. No porque lo hagamos siempre bien, que cuando lo hacemos mal se nos tiene que criticar. Pero se tiene que reconocer la importancia de asumir una responsabilidad. Se nos tiene que exigir que seamos honestos, que seamos honrados, que seamos conscientes de la responsabilidad que se nos concede, pero mala sería una sociedad que pudiera vivir sin políticos.
¿Hay un intento de sustituir a los políticos por gestores profesionales?
Tengo el temor de que quien aboga por ese planteamiento esconda otro tipo de intereses. Hay muchos intereses creados en torno a las decisiones políticas y creo que los partidos somos una salvaguarda de lo que pueda ser una mala praxis, de lo que pueda ser la autarquía e incluso la tiranía.
¿Pero no existe un cierto maridaje extraño entre políticos que luego pasan a ocupar cargos en empresas o bancos? ¿Se podría regular eso de alguna manera?
Fíjese que en el caso del expresidente del EBB, Josu Jon Imaz, tuvo un tiempo...
...No me refería expresamente a él, ahí está Rato en Bankia, expresidentes en consejos de administración...
Quienes nos dedicamos a la política profesionalmente, previamente habremos estudiado otra profesión y ejercido, poco o mucho, esa otra profesión. Y cuando termina la etapa de dedicación exclusiva a la política, tiene todo el derecho del mundo a optar a tener otro trabajo como cualquier otro ciudadano. Lo importante es que lo haga bien. Lo que hemos visto en el caso de los que se han dedicado al mundo financiero, y además hayan sido malos ejemplos, lo preocupante es que salga luego de sus puestos con unas indemnizaciones multimillonarias. Eso sí que hay que regularlo.
Por primera vez desde 1980, el PNV vuelve a colocar a su máximo dirigente como candidato a lehendakari. Una decisión mayoritaria de la dirección del partido -pero no unánime- que da la imagen precisa del grado de control que Iñigo Urkullu ha adquirido sobre el PNV, después de la convulsa elección y mandato de Josu Jon Imaz. El candidato ha mamado el partido desde su infancia y ha hecho toda la carrera interna que se espera de quien llega a la cumbre. Con fama de hombre serio, le acompaña el sambenito de «soso», que rompe en el trato directo. Según una encuesta es hasta sexy. Como Patxi López.
> Fecha de nacimiento: 18/9/1961
> Lugar: Alonsotegi
> Formación: Diplomado en Magisterio
> Profesión anterior: Profesor en excedencia
> Ultimo cargo público: Presidente del EBB del PNV