El preso de Errenteria Aitzol Gogorza se encuentra ingresado en el Hospital de Basurto, según dio a conocer ayer Etxerat, como consecuencia de un empeoramiento en su delicado estado de salud. Las mismas fuentes señalaron que al ver que se encontraba «muy bajo anímicamente», y comprobar que «no daba la vuelta a la situación», los médicos de la cárcel, los de su confianza y el propio preso decidieron que lo mejor era hospitalizarle. Aunque en un principio sus familiares y los médicos de confianza no habían podido reunirse con él, estaba previsto que a lo largo del día tuvieran la ocasión de visitarlo.

Etxerat recordó que Gogorza sufre un trastorno obsesivo compulsivo de larga duración. Tras su detención en 1999, se reactivó la enfermedad, por lo que precisó de asistencia siquiátrica especializada en la prisión francesa de Poissy, con resultado positivo. En junio del pasado año fue trasladado a la cárcel de Soto del Real, donde vivió diversos episodios de tensión con los funcionarios y fue sometido al régimen de aislamiento.

Hace un año se reactivó el trastorno, con agudos episodios obsesivo compulsivos, y en noviembre le aplicaron el protocolo de acompañamiento de veinticuatro horas, previsto para casos de prevención de suicidio. «Este tipo de enfermedad -indicó Etxerat en una nota-, se caracteriza por una obsesión patológica en una idea concreta, intrascendente en ocasiones. Son días o temporadas más o menos largas en los que no puede apartar la obsesión de su cabeza, con episodios de alteración en el humor».

Las personas que padecen esta enfermedad suelen ser conscientes de que se trata de una obsesión irracional, pero se ven incapaces de salir de la misma y la situación les crea gran sufrimiento.

La puesta en libertad de Aitzol Gogorza se ha exigido en numerosas ocasiones, al igual que la del resto de presos gravemente enfermos. También se pidió su excarceración a diario durante el tiempo en el que Iosu Uribetxebarria permaneció preso en el Hospital Donostia, ya que una de las sillas que representaba a los catorce presos enfermos llevaba su nombre.

Herrira por su parte ha llamado a participar en la concentración que a las 11.30 ha convocado a las puertas del Hospital Basurto, donde el de Errenteria se encuentra ingresado.

Segundo ataque en dos meses

Por otro lado, en la madrugada del lunes, la casa familiar del expreso Zigor Goikoetxea y del preso Arkaitz Goikoetxea sufrió por segunda vez en dos meses pintadas fascistas en el exterior de la vivienda. Según denunció ayer Bildu, personas desconocidas pintaron una esvástica en el muro exterior.

El ataque es similar al que sufrió esta misma familia getxoztarra la noche del 26 de agosto. Tal y como hizo entonces, la coalición mostró su solidaridad e hizo un llamamiento para que este tipo de hechos no se repitan. Por ello, interpelaron al equipo de gobierno del Ayuntamiento para que dé una respuesta a estos hechos.

Por último, Bildu de Getxo reafirmó su compromiso por trabajar a favor de la superación del conflicto.