El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, volvió ayer a Euskal Herria para mostrar, en estos últimos días de campaña electoral, su apoyo a Patxi López «y al proyecto de cambio que ha traído a Euskadi, y que necesita cuatro años más para poder asentarse».

Rubalcaba realizó un discurso en clave mayoritariamente española y centrando las críticas en Rajoy por su política económica, pero tuvo tiempo no obstante para intentar analizar el debate realizado la víspera en el plató del grupo EiTB. Recurriendo a un lenguaje futbolero, aseguró que «se vieron cuatro jugadores distintos».

De Mintegi dijo que «hizo un par de cabriolas, un par de regates, y ya. Se perdió en las basuras de Gipuzkoa» (en realidad, este tema no apareció en el debate). Basagoiti también recibió críticas negativas de Rubalcaba por quedarse «solo con su erre que erre, en su banda, la derecha». Sin embargo, el que mayores reproches recibió fue Urkullu, al que Rubalcaba acusó de «esconder su programa, de ser enigmático», lo que a su juicio significa que «tras esas sonrisas y esos silencios Urkullu esconde unas enormes tijeras con las que recortar el Estado de Bienestar, exactamente igual que Mariano Rajoy en España».

A la izquierda abertzale

Pasado ese preámbulo, Rubalcaba ciñó el resto de su discurso al ámbito estatal, dirigiendo todas las críticas hacia las políticas de Mariano Rajoy, de las que aseguró que «solo buscan austeridad, no crecimiento, y eso, como se ha visto en otros países de la Unión Europea, solo nos lleva al abismo».

Sin embargo, esos palos no fueron óbice para que el secretario general del PSOE repitiera que su partido «se ha ofrecido para un pacto varias veces», y deslizó la oferta de un posible gobierno de concentración para recalcar que el PP tampoco quiere esta fórmula.

En cuanto al modelo económico, Rubalcaba elogió la apuesta de François Hollande, conminando a Rajoy a que «se pegue a él y haga lo que está haciendo la izquierda europea, unir austeridad y crecimiento, y no actuar como el conservador Partido Popular Europeo, sino como defensor de su país».

En la parte final de su discurso, Rubalcaba volvió a referirse a Euskal Herria para asegurar que «nosotros no tenemos periódicos, ni televisiones, pero si tenemos principios».

El mensaje final lo dirigió el exministro de Interior a la izquierda abertzale, afirmando en tono condescendiente «¿veis como sin bombas se podían defender todas las ideas?», aunque pasó por alto que hay proyectos que no se pueden materializar por el momento, dado el veto al derecho a decidir vasco.