El Ayuntamiento de Astigarraga, junto con Kutxa Ekogunea y las empresas Inergetika e Iddei, presentó ayer el balance de la primera fase del proyecto Inerdatu Astigarraga, cuyo objetivo es optimizar la gestión energética municipal.

La principal tarea de esta primera fase, puesta en marcha hace tres meses, ha consistido en monitorizar los ocho cuadros de alumbrado público de mayor consumo, que suman la mitad del gasto de energía eléctrica del municipio en este capítulo.

Tras ese análisis se han implementado medidas de mejora en siete de los ocho cuadros de alumbrado, que «suponen un ahorro estimado de 6.180 euros al año, lo cual equivale a un 5% de la factura global».

Además «se ha detectado un ahorro estimado de 898 euros al año si se suprimiera la energía reactiva» y «se ha llevado a cabo la revisión de los contratos energéticos, obteniendo 5.398 euros al año de ahorro tras su adecuación».

De este modo, en este trimestre de funcionamiento el programa Inerdatu Astigarraga ha detectado unas posibilidades de ahorro anual de 12.477 euros, a lo que «hay que sumar las emisiones de CO2 que se dejan de emitir a la atmosfera y que superan las 49 toneladas por año».

Fuga en la ikastola

Este sistema vigila permanentemente los consumos energéticos de las instalaciones públicas. El primer edificio donde se ha actuado es en la ikastola local, donde las primeras mediciones detectaron una importante fuga de agua.

Gracias a la monitorización del caudal de agua se pudo comprobar que existía un presunto consumo incluso cuando el centro educativo estaba cerrado durante el periodo vacacional.

La causa final era una fuga en el suministro, que una vez reparada ha evitado la pérdida de 30 metros cúbicos de agua al mes, previamente tratada para su potabilización.