Los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) iniciaron ayer tarde su reunión en Bruselas para tratar de avanzar en el cumplimiento de acuerdos adoptados en junio como la unión bancaria. En la agenda de la cumbre no figuraban, al menos oficialmente, el incierto futuro de Grecia y el rescate de las finanzas españolas.

No obstante, este asunto sí fue objeto de comentario por algunos líderes europeos, entre ellos el presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Ángela Merkel. Antes de trasladarse a Bruselas, la canciller subrayó ante el Parlamento alemán que la eventual decisión de pedir o no el rescate corresponde «exclusivamente» al Gobierno de Mariano Rajoy.

Por su parte, Hollande, a su llegada a Bruselas, confió en poder aclarar con Merkel y con el primer ministro italiano, Mario Monti, los detalles del mecanismo de ayuda diseñado para que el Estado español pueda mejorar sus condiciones de financiación.

El Gobierno, según fuentes de la delegación española, no se siente molesto por ese tipo de referencias a la posible petición de rescate y recalca que no hay urgencia alguna en solicitarlo.

Reitera además que para adoptar una decisión ha de contar previamente con todos los detalles relativos al instrumento que ha ofrecido el BCE para la compra de bonos

Como muestra de que no existe esa urgencia, dichas fuentes citaron la colocación de deuda, ayer, por importe de 4.614 millones de euros, al interés más bajo de todo el año.

El Gobierno español rechaza asimismo que haya relación alguna entre la decisión sobre la petición de ayuda y la existencia de un acuerdo para lograr cuanto antes la creación de un supervisor único bancario.

Recapitalización directa

Sobre esta cuestión, Hollande, pidió «responsabilidad» a Alemania y exigió que se respeten los acuerdos alcanzados el pasado mes de junio.

Hollande defendió que la gran prioridad de la reunión debe ser establecer el supervisor bancario único antes de fin de año para que pueda procederse a la recapitalización directa de los bancos en problemas.

Hollande no cerró la puerta a discutir otras medidas para reforzar el control de las cuentas estatales por parte de Bruselas, tal y como reclama Berlín, pero insistió en que no es momento de abrir ese debate cuando las últimas normas aún están en fase de ratificación y opinó que «antes» hay que impulsar la unión bancaria.