En este aluvión de informaciones que se vierten desde la montaña sobre los habitantes de los valles mediáticos como si fueran bolas de fuego o aceite hirviendo, uno puede aislarse viendo series idiotas de tarde, películas tontas, concursos con pocos alicientes, o dejarse llevar por el bosque encantado de lo que va sucediendo y se va desmintiendo al ritmo de un sincopado motor de manipulación perfectamente coordinado con los diferente puntos de intoxicación, por lo que cualquier informativo nos provoca más miedos, sorpresas y desalientos que seis semanas y media en el mejor parque temático.

Que EH Bildu asista al homenaje a Fernando Buesa es una de esas noticias que se deben ir asimilando por todas las partes con mucha paciencia y conteniendo la respiración, los esfínteres y las glándulas sudoríferas. Pero según donde te ofrezcan el hecho es un síntoma de normalidad, un paso en el proceso hacia la paz justa o un insulto al homenajeado. Hasta aquí normal, pero que un hermano esté en la extrema derecha y la hija, y por tanto sobrina del susodicho, plantee una actitud reconciliadora, reconcilia un poco más. Hay muchos escalones que subir y bajar, muchos laberintos por los que transitar. Y ahí estaremos para acompañar a quien quiera encontrar la salida.

No obstante, con Bárcenas y Urdangarin copando minutos, lo más grave es que en casi todos los noticiarios vimos como un gamberro, un imbécil, prendía fuego al pelo de su profesora en un instituto. Mal. Pésimo. Hay que hacer algo con ese muchacho, hay que contextualizar, hay que empezar a tomarse en serio lo de la violencia en los centros de enseñanza. No cabe ninguna duda, pero en el programa de Ana Rosa, José Miguel Gaona, su siquiatra de cabecera, suelta con toda la supuesta autoridad que se arroga, «habría que darle una paliza pequeña, que no le deje marcas». Y no es detenido, ni expulsado del programa, y seguro que cobrará la colaboración. ¿Se puede ser más impresentable? ¿Por qué crecen por todas las esquinas tantos intolerantes, reaccionarios, violentos representantes de todos los estamentos sociales? ¿No estaremos ante una estrategia de ideologización populista muy bien planificada? Ojo.