Juanjo BASTERRA

Pocos empresarios faltaron a la cita. Todos quisieron estar al lado de Francisco González, presidente de BBVA, porque el dinero llama al dinero y porque tiene una conexión directa con el Gobierno del PP, así llegó a la presidencia de Argentaria antes de fusionarse con el Banco Bilbao Vizcaya (BBV).

Ese entendimiento se demostró con la presencia del delegado del Gobierno español en la CAV, Carlos Urquijo, entre otros cargos de ese partido. Anunció que «echaremos el resto» con el programa del Ejecutivo de Rajoy para financiar a las pymes, que ayer mismo aprobó. También estuvo el presidente de Confebask, Miguel Angel Lujua, y de José María Vázquez Eguskiza, que ha anunciado que deja la presidencia de Cebek, o el propio diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao. El presidente de BBVA participó en los encuentros de la Universidad de Deusto «Mirando a Europa». En su ponencia «el sector financiero en la futura Europa» desveló la necesidad de establecer la unión bancaria y fiscal europea cuanto antes «aunque suponga perder soberanía a los estados».

El máximo responsable de BBVA, que en 2012 percibió un salario de algo más de cuatro millones entre varios conceptos, se encargó de exigir «más reformas» al Gobierno español y consideró «improductivos» a muchos empleados del sector público. González, que tendrá que volver a Bilbo para la Junta General de Accionistas a mediados de marzo, reconoció que «la crisis golpea fuerte» y admitió que «no hemos aprovechado la década de prosperidad para haber reformado el sector público porque es caro e ineficiente; el mercado laboral no es competitivo y el financiero es rígido».

Como en otras ocasiones atacó la labor de las cajas de ahorros, «que llegaron a controlar el 52% del mercado financiero español no siendo transparentes». Reconoció, sin embargo, que de la crisis se puede «salir fortalecido, como hicieron Suecia y Alemania». Antes de conocer las perspectivas negativas para la economía española, que ofreció la Comisión Europea y la firma Goldman Sachs, dijo que «estamos saliendo del túnel». Se refería seguro a que su banco sigue, a pesar de la crisis, obteniendo enormes beneficios económicos. Destacó la necesidad de que las empresas «ganen tamaño para exportar», porque «aunque hay 30.000 empresas españolas que exportan, son necesarias más». No obstante, reclamó que «se debe terminar con la falta de transparencia, tanto en las empresas privadas como en las administraciones públicas». Esa es una de las bases fundamentales, según dijo.

Abundancia de dinero

Bajo esa perspectiva, dijo que «todavía está muy lejos el mercado bancario único» y añadió que «necesita una transformación radical». Porque, como indicó, se están produciendo cambios en el escenario global con la aparición con fuerza de los países emergentes. «La banca no ha experimentado una transformación radical, porque es un sector muy regulado. El fuerte crecimiento antes de la crisis que obtuvo generó ineficiencia», manifestó el presidente de BBVA. Insistió en que «cuando un sector gana mucho dinero, no hay innovación, no hay cambio» y desveló que «vamos a ser pocos bancos los que seamos capaces de transformar este negocio». Admitió que en el Estado español, en dos o tres años, quedarán «6 o 8» entidades financieras, «no más».

Como un conquistador, explicó que Estados Unidos es uno de sus objetivos fundamentales, porque en México ya tiene un 30% de cuota de mercado, más que el 12.5% del Estado español. «En América Latina seguimos creciendo, también en Turquía y China, aunque este va más lento». Reconoció que «hay abundancia de dinero, pero es carísimo» y admitió «que hay que terminar con la corrupción, porque el destrozo que realiza el corrupto es mayor. Hay que hacer una catársis».

Criticó, al final, el referéndum en Gran Bretaña sobre el euro y, después de apoyar a Angel Merkel, dijo que «Francia se ve ya como el verdadero problema» y pidió que realice «reformas que otros ya han hecho».