La Diputación de Araba dio a conocer ayer el hallazgo en el yacimiento de Iruña-Veleia de la primera inscripción del nombre original de la ciudad romana, concretamente en un ara de piedra caliza, lo cual, en su opinión, «disipa cualquier tipo de dudas» respecto a la identificación de las ruinas de Iruña de Oca. Un descubrimiento que el equipo que se ocupó anteriormente de las excavaciones y del sitio arqueológico, Lurmen, negó que fuera tal; de hecho, apuntó que en los grafitos hallados en sus excavaciones ya se habían consignado el nombre de la ciudad grabado en al menos en cuatro casos. Lo curioso es que, según Lurmen, la comisión de expertos que sentenció que los hallazgos de Iruña Veleia eran falsos -el caso todavía sigue en los tribunales- evaluó negativamente la posibilidad de que el nombre de la ciudad pudiese aparecer en los gratifos.

El anuncio lo dio a conocer la diputada de Euskara, Cultura y Deporte Iciar Lamarain al presentar la memoria de la tercera campaña de excavaciones en Iruña-Veleia. El fragmento de ara de piedra caliza ofrece, además, información complementaria sobre la ciudad al identificarla como «res publica». Asimismo, en lo relativo a la deidad a la que se dedica el ara, «Matri Deae», la aparición de su nombre sin otras alusiones que indiquen a cuál de las diferentes deidades que se denominaban «Mater» se refiere podría sugerir una identificación genérica a la Madre Tierra. Según el equipo de expertos que dirige Julio Núñez, la importancia del hallazgo es «evidente».

Lurmen, que considera que el hallazgo es una prueba de la veracidad de los grafitos hallados en sus excavaciones, denuncia también que fue realizado durante unas obras de acondicionamiento y no arqueológicas; concretamente en la zona trabaja una excavadora. Si se confirmase, apunta, «la pieza carecería de contexto estratigráfico y estaría descontextualizada».