El presidente de EEUU, Barack Obama, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, conversaron ayer en la Casa Blanca sobre posibles sanciones adicionales contra Corea del Norte a raíz de la tercera prueba nuclear realizada por ese país el pasado día 12, que calificaron de «provocación».

En unas breves declaraciones a los medios de comunicación tras su reunión en el Despacho Oval, Obama aseguró que ambos países se comprometieron a adoptar «fuertes medidas» contra Pyongyang.

Abe, que es favorable a fijar una línea dura contra Corea del Norte, señaló que comparte la opinión de Obama en torno a la «necesidad» de que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas apruebe una nueva resolución de condena a Pyongyang

«No podemos tolerar el lanzamiento de misiles y la realización de pruebas nucleares por parte de de Corea del Norte», indicó Abe. «Nos hemos puesto de acuerdo para cooperar entre nosotros de cara a gestionar el tema de Corea del Norte con decisión», agregó.

Por contra, emplearon palabras muy medidas para referirse a China en relación al litigio que le enfrenta a Japón en torno a las islas Senkaku/Diaoyu, conflicto que Abe dijo que «trataremos de modo tranquilo».