Xabier Sánchez Erauskin
Una memoria desmemoriada
En el diario «El País» del domingo, 23 de junio, en dos páginas se recordaba, con ocasión del 30 aniversario de su muerte, la memoria de José Bergamín como «Poeta del exilio».
Lástima que en el extenso artículo de Catalinas, tras ese titular, se silenciara el último autoexilio (así lo definió el mismo escritor) en Euskadi.
Murió en Donostia y está enterrado en Hondarrribia. Esa memoria parcialmente desmemoriada del diario «El País» tiene, desgraciadamente, paralelo silencio en el mismo Euskadi: los ayuntamientos de Hondarribia y Donostia (PNV y Bildu), siguen sin mover ficha de vagas promesas incumplidas; la nominación de una calle en memoria del escritor en ambas poblaciones, y la colocación de una placa en la casa de la calle Egaña donostiarra donde vivió y murió.
¿Será este aniversario el que ajuste las cuentas de la desmemoria de nuestro pueblo, y rinda merecido homenaje a tan ilustre autoexilado?