Jóvenes, educadores y Policía Municipal se miran de cerca en Gazteleku de Errekalde
Encuentros mantenidos entre jóvenes de Errekalde, educadores de Gazteleku, Policía Municipal y la abogada del centro han dado lugar a una guía básica que, utilizando un lenguaje sencillo, explica aspectos legales sobre el consumo de drogas, cacheos o detenciones.
Nerea GOTI |
En tamaño cartel y como desplegable, para llevarlo en el bolsillo y a ser posible difundirlo, los jóvenes de Errekalde son los principales destinatarios de una guía que, en lenguaje claro, informa sobre aspectos legales relacionados con la conducción, el consumo de sustancias ilegales, las detenciones o los cacheos.
Qué se considera «tráfico de drogas» y qué «tenencia» para el consumo propio, a qué sanciones te enfrentas o qué diferencia existe entre delitos penales y sanciones administrativas, son algunas de las preguntas que encuentran respuesta en este material, al que han llamado «Con la ley en la mano: más información, menos marrones».
Informa y recomienda cómo actuar en situaciones difíciles. «Siempre que haya una identificación, cacheo... debe haber unos indicios, motivos para ello; es recomendable no ofuscarse», es una de las recomendaciones que pueden leerse en el material, como el hecho de que «toda persona que es detenida debe ir esposada» o que «siempre que te detengan, vas a declarar ante el/la jueza, así que espera a ese momento para prestar declaración». «No es obligatorio ni recomendable declarar en comisaría», aconseja.
No menos interesante es el trabajo previo que ha dado lugar a esta guía. Los educadores de Gazteleku (asociación de desarrollo comunitario sin ánimo de lucro que trabaja con jóvenes de Errekalde) habían observado los conflictos que se producen en la calle, a veces producto del desconocimiento o, como explicó Leire, letrada que trabaja como voluntaria en el mismo centro, porque «existen muchos tópicos y rumores» y se crea una «idea distorsionada de la ley». El otro reto era aclarar el lenguaje técnico propio de los textos legales.
Así que, tal y como explicaron Patricia y Mamen, dos jóvenes que han participado en la iniciativa, aceptaron participar en un encuentro con la Policía Municipal, en el que también tomaría parte Leire, como asesora legal. El objetivo era entablar un diálogo en el que podían «preguntar con toda confianza» y ser conocedores de «sus derechos y obligaciones». Hubo más sesiones y cuestionarios en la calle.
«Nos sirvió para poder aclarar algunas cosas y ponernos en el lugar de la Policía Municipal, ver cómo actuar; es muy importante qué actitud tomar», comentó Mamen.
A su lado, Pablo, el agente de la Policía Municipal que ha tomado parte en el programa, se mostró satisfecho de haber podido ofrecer otra cara de su trabajo. «Te ven como el represor», asumió, para destacar que con iniciativas como esta «te ven en otra situación que no es solo la represora». Y subrayó que este diálogo sereno, sin presiones, en el que cada parte se pone por un momento en el lugar del otro, «evita enfrentamientos».
En esas sesiones, los jóvenes expusieron situaciones en las que se habían encontrado y desmenuzaron lo que había ocurrido. «Yo no sabía que siempre que te lo pidan tienes que presentar el DNI y que te pueden llevar a comisaría para identificarte, o qué cantidad se considera tráfico y qué cantidad es posesión», fueron algunos de los ejemplos que expuso Patricia.
El material para jóvenes, de gran utilidad para el público en general, se hará llegar a centros educativos, servicios municipales, bares y lonjas del barrio, sin descartarse una mayor difusión.