Desde que el Ayuntamiento de Barakaldo decidiese el 22 de abril la conexión del embalse de Oiola -ubicado en el término municipal de Trapagaran- a la red de abastecimiento de agua potable de la segunda localidad más poblada de Bizkaia, así como de Sestao y Alonsotegi, la inquietud entre vecinas y vecinos ha ido en aumento. El Consistorio desestimó en mayo el recurso ordinario interpuesto por la plataforma ecologista Ezpitsua, por lo que los organismos sociales han optado por acudir a los tribunales y apelar a instancias europeas para que velen por el derecho a la salud de la ciudadanía.

La próxima semana interpondrán un recurso contencioso administrativo contra el decreto que aprueba el abastecimiento con caudales provenientes del pantano. Mientras, profundizan en la vía europea. Unos días atrás, presentaron formalmente ante el Parlamento Europeo una petición para que inste a la Comisión a investigar lo sucedido en torno al caso, especialmente por lo que respecta al incumplimiento de la normativa relativa a salud pública, medio ambiente y acceso a la información y participación pública en materia medioambiental.

En esa línea de trabajo, ayer se reunieron con el europarlamentario Iñaki Irazabalbeitia para abordar la problemática generada por la contaminación por lindano de las aguas. Javier Vázquez, de Ezpitsua, aseguró que no se efectúan los análisis pertinentes a pesar de que hay dos focos localizados: uno en el arroyo La Gorriga o Angela y otro en el lecho del embalse. Una vez más, ecologistas y vecinos incidieron en que el lindano (HCN) es una sustancia cancerígena y acumulativa, por lo que los efectos de su ingesta a través del agua pueden salir a relucir en años, provocando graves afecciones a la salud.

Vázquez denunció la actitud que mantiene el equipo de Gobierno municipal de Barakaldo, que obvia las dos mociones aprobadas por el Pleno e insistió en que la contaminación sigue en el pantano por mucho que los responsables municipales traten de ocultarlo diciendo que ya se ha actuado en un vertedero de inertes que estaba en la cabecera del embalse.

Al margen de la petición a la Cámara de Estrasburgo por parte de Ezpitsua, Irazabalbeitia, como miembro de la Alianza Libre Europea (ALE), va a registrar dos preguntas dirigidas al comisario de Medio Ambiente, Janez Potocnik. Esas iniciativas, que serán analizadas a partir de setiembre según las previsibles del proponente, instan a Potocnik a que aclare si entiende que son aptas las aguas que se suministran desde Oiola y si se están atendiendo las normativas europeas por partes de las instituciones competentes.

Puede ser que, directamente, la Comisión decida atender las demandas, de modo que reclame al Gobierno español cambios, o que el Parlamento solicite más información, pudiendo llegar a constituir una comisión de investigación sobre Oiola. En todo caso, Irazabalbeitia aclaró que los pasos que puede adoptar la Comisión Europea o la propia Cámara dependerán de las gestiones que él y su grupo en Estrasburgo hagan y la receptibilidad que encuentren en este momento. El miembro de Aralar no obvió que muchos de estos asuntos avanzan en su tramitación y se logran los objetivos perseguidos por los proponentes en virtud de la coyuntura.