Liga Asobal
Tres partidos para despegar
Anaitasuna y Bidasoa juegan tres partidos en diez días que servirán para aclarar bastante sus expectativas.
Juan Carlos ELORZA
Hoy se disputa la primera de las dos jornadas que se jugarán en miércoles, lo que hace que en los próximos diez días se acumulen tres partidos, seis puntos en juego que pueden servir para aclarar mucho el panorama de Anaitasuna y Bidasoa. Además, el calendario establece que los irundarras van cogiendo a los equipos que se enfrentan a los navarros, y ambos clubes afrontan un ciclo de partidos asequibles para sus intereses.
Anaitasuna recibe al Gijón (20.30, Jesús Escudero y Jorge Escudero -Cantabria-), un recién ascendido que ya ha sumado los mismos puntos que Anaitasuna, dirigido por el actual seleccionador de la junior española, Alberto Suárez, basado en la cantera asturiana y que por primera vez juega con extranjeros (los bosnios Savic -portero- y Cakic -central-, y el portugués Pepe Maia -lateral derecho-), aunque su mejor jugador y goleador es el lateral izquierdo Costoya, uno de los destacados del equipo español subcampeón mundial junior en julio. Los asturianos se impulsaron en su defensa para ascender, y pretenden seguir haciéndolo para asegurarse la permanencia. De momento ha encajado pocos goles, y tratará de repetir en Iruñea.
Anaitasuna parte como favorito, aunque a estas alturas conviene no confiarse, y Aitor Etxaburu podrá contar con todos sus jugadores, con la duda de Montávez, que arrastraba unas molestias del partido de Valladolid.
Los navarros pretenden hacerse fuertes en su pista y, aunque hay que ir paso a paso, la visita al Puerto Sagunto el sábado, para recibir una semana después al Huesca, representan una buena oportunidad de afianzarse en la parte alta de la tabla.
Bidasoa vuelve a Artaleku
Bidasoa también tiene por delante tres partidos en los que puede obtener algo positivo. Las sensaciones después del estreno en Logroño han sido buenas, incluso ha peleado por puntuar ante Cangas y Aragón, y la llegada del argentino Vidal y la recuperación de Crowley aportan un plus de calidad y de experiencia que agradecerá el equipo. Ahora toca ganar para entrar cuanto antes en una dinámica de normalidad y evitar los nervios. Bidasoa es el único equipo que no ha puntuado todavía, y debería hacerlo en estos diez días para alimentar su ilusión de poder mantener la categoría.
El Valladolid es un rival adecuado para estrenar el casillero (19.00, Fernández -Asturias- y Martín -Castilla y León-), simplemente porque de aquí en adelante Bidasoa debe afrontar cada partido en Artaleku -con la excepción del Barcelona- con la convicción de que puede ganarlo, de que no hay rival inasequible, como ha podido comprobar en las dos últimas jornadas.
El Valladolid no será rival fácil. Hasta ahora ha hecho los deberes, haciéndose fuerte en casa (ganó al Puente Genil y empató con Anaitasuna), y cayendo por poco en Granollers. Con el eibartarra Lamariano en la portería, sus laterales Corzo y López y sus extremos Megías y Juárez son sus referencias ofensivas.
El Barcelona va camino de batir récords en esta Liga, y el de goles ya empieza a asomar. Los blaugranas han marcado 123 tantos en las tres primeras jornadas, el balance más abultado a estas alturas en las 24 temporadas que ya lleva en marcha la Liga Asobal, una media de 41 por partido, que una proyección al final de la Liga traduciría en los 1.230 goles.
Es una elucubración, pero al mismo tiempo con cierta base real. El Barça es un equipo que lleva décadas -desde los tiempos de Valero Rivera- funcionando como un reloj suizo, sin altibajos, y que no regala nada. En las cinco últimas temporadas su media goleadora de la 3ª jornada fue prácticamente la misma que la del final de la Liga: en la 2008-09 llevaba 94 (31 de media) y acabó con 963 (32); al año siguiente empezó con 98 (33) y acabó con 974 (32); en la 2010-11 hizo 110 en los tres primeros partidos (37) y sumó 1.020 en la Liga (34). Hay que señalar que en la tercera jornada le metió 46 goles al Toledo, una de las mayores anotaciones de la historia de la Liga (el Atl. de Madrid le metió un 52-27 al Academia Octavio en la siguiente temporada, aunque el partido con más goles de la Liga fue el Gáldar- Academia Octavio de la 1994-95, que acabó 43-48).
En las dos últimas temporadas el Barcelona marcó los mismos goles en sus tres primeros compromisos, 102 (34 de media), y casi calcó los goles al final de la Liga: 1.012 en la 2011-12 y 1.019 en la 2012-13 (en ambos casos 34 de media).
Así que prepárense. A falta de otros incentivos, quizá Xavi Pascual opte por aleccionar a los suyos en este sentido. Artillería no le falta, y mucha más con las incorporaciones de Joan Saubich (4º máximo goleador de la última Liga con 152), Lazarov (el 5º con 151) o Karabatic.
En el tiempo que se lleva disputando la Liga Asobal, solo en siete ocasiones un club ha sobrepasado el millar de goles al final del campeonato, siempre en ediciones con 30 jornadas (15 de las 23 ya celebradas): 4 veces el Barcelona (2007-08, 2010-11, 2011-12 y 2012-13); una el Ciudad Real (2008-09); una el Atl. de Madrid (2011-12); y una el sorprendente Academia Octavio de la temporada 1994-95, en la que fue 7º -también jugó la final de Copa- con 1.010 goles a favor y 1.011 en contra, una media de 67 goles marcados en cada uno de los 30 partidos en que participó. Una oda al balonmano-espectáculo. Su lateral zurdo croata Mikulic fue el máximo goleador de aquella temporada, con 213 goles, y en esa Liga dejó también otro récord que aún figura en el palmarés de la Asobal, el de mayor número de tantos marcados por un jugador en un partido, 21 al Guadalajara. No extrañan pues esos 91 goles del partido en Gáldar, que llevan casi 20 años como récord. J.C.E.