El ministro de Hacienda, Bernard Cazeneuve, dijo ayer que los salarios más altos de los futbolistas bajarán, algo a lo que contribuirá el nuevo impuesto a los que ganan más de un millón de euros anuales, que les afectará como a cualquier otra empresa. No quiso entrar a polemizar sobre los 44 millones de euros que, según los cálculos de la Liga Profesional de Fútbol (LPF), tendrán que pagar los clubes galos por esa nueva tasa del 75 % por las retribuciones a partir de un millón de euros.