Con la sensación contrapuesta de haber tenido tres puntos en la mano y, en cambio, rescatar uno en el último momento, la Real regresó al trabajo en horario vespertino, con vistas a olvidar cuantos antes lo ocurrido en Zorrilla y hacer bueno el reducido botín con una victoria en el derbi contra Osasuna. Así lo vio Claudio Bravo, protagonista postrero del encuentro, para quien el empate tendrá más valor si mañana se consigue una victoria frente a los rojillos.

«Cuando te ocurren cosas de este tipo, lo que más deseas es jugar pronto para ganar el próximo partido como sea. Por eso, cuando los recuerdos aún están frescos, nos viene bien el hecho de que vayamos a jugar en casa en un periodo de tiempo muy corto. Al final, por lo menos logramos rescatar un punto que, ganando el sábado, probablemente sea beneficioso para nosotros», comentó el guardameta chileno.

Un punto que, lógicamente, al cancerbero txuri urdin le supo a poco, tal y como transcurrió el encuentro disputado frente al Valladolid. «La sensación generalizada fue de rabia, ni siquiera de alivio tras parar el penalti, porque teníamos el partido controlado, con un marcador claro a nuestro favor. Luego vino el primer gol de ellos y ya todo se nos puso cuesta arriba», describió el meta sudamericano.

En ese cúmulo de apreciaciones divergentes, Bravo rescató aspectos positivos, «en lo que se refiere a nivel de juego o por los goles que hicimos», pero no quiso ocultar que también los hubo muy malos. «No saber aguantar un resultado muy favorable en un momento en el que ya estábamos sintiendo que los tres puntos eran nuestros», recordó.

De situaciones tan amargas como esta es de donde se suelen obtener las lecciones más importantes, que luego son fructíferas si se toma buena nota y aprovechan. «Tenemos que aprender a gestionar los partidos, tanto la ventaja a nivel de goles como anímica. Son cuestiones muy importantes, sobre todo para puntuar fuera, algo que no tuvimos en cuenta y por eso lo terminamos pagando», aseveró el portero.

«Le iba a pegar violento»

«Cuesta explicar porque el partido estaba prácticamente sellado y hasta parte de su afición ya se estaba marchando del estadio porque no veía cómo darle la vuelta. En conjunto tenemos que estar más aplicados, más arropados, saber cuándo tenemos que atacar y cuándo defender todos», insistió. Bravo también se refirió a su parada en el penalti. «Vi que le iba a pegar muy violento, por su posición y por lo que estaba en juego en ese minuto. Al final, acerté», explicó el arquero.