Si el joven actor Joseph Gordon-Levitt ya era muy popular ante las cámaras, a partir de ahora también lo va a ser detrás de ellas. En su ópera prima como director, «Don Jon», se desdobla a uno y otro lado sin mayores problemas, con una comedia que hizo las delicias del público asistente a la última edición de Sundance.

A nivel interpretativo hace una caricatura de los chicos de gimnasio, esos que aparecen en programas televisivos como «Jersey Shore» para demostrar su potencial amatorio delante de las chicas.

Hathaway y Tatum

Gordon-Levitt ha sabido rodearse de un gran plantel actoral, al que se suman los cameos de Anne Hathaway y Channing Tatum, como los protagonistas de una película romántica que el protagonista y su novia ven en el cine. A ella, interpretada por Scarlett Johansson, le gustan los melodramas rosas y no soporta que él prefiera la pornografía en Internet. Es más, se lo toma como una ofensa personal a su atractivo, por lo que le abandonará cuando le pille masturbándose. Es entonces cuando el nuevo Don Juan se refugia en la relación con una mujer mayor que él, encarnada por Julianne Moore. Para comprender las adicciones del chico hay que conocer a su muy católica familia, con Glenne Headly y Tony Danza como padres, en un divertídisimo cuadro costumbrista.

En Sundance hubo quien vio en «Don Jon» el reverso cómico de la muy dramática «Shame» de Steve McQueen, también sobre un sexoadicto.