ELA y LAB anunciaron ayer un paro de una hora para este lunes, 4 de noviembre, y de una jornada completa de paro para el siguiente lunes, 11 de noviembre, en protesta por la destrucción de 200 puestos de trabajo, el recorte de salarios, el traslado de otros y la decisión de adjudicar nuevos puestos «a dedo» en el Servicio Vasco de Empleo, Lanbide.

Los representantes de los trabajadores Joseba Izaga y Leire Ormazabal explicaron que tres años después de la transferencia de las políticas activas de empleo y de constituirse Lanbide, el Ejecutivo de Gasteiz ha realizado una propuesta de relación de puestos de trabajo que «es absolutamente cerrada» y «no negociada». Explicaron que «de aprobarse, supondría la pérdida del puesto de trabajo para unos 200 trabajadores de la actual plantilla, además del desplazamiento forzoso de otros muchos y el empeoramiento de las condiciones labrales de la mayoría, amén de consolidarse una plantilla a todas luces insuficiente».

ELA y LAB emplazaron al Gobierno a retirar la propuesta, sin embargo obtuvieron una respuesta negativa. Por lo que «debido a la gravedad de las medidas que pretenden y como única forma para conseguir que se tenga en cuenta la opinión de los trabajadores» convocan paros. El lunes, día 4, será de una hora, y el siguiente, día 11, de jornada completa. «Los sindicatos convocantes vamos a iniciar el proceso de negociación de modo absolutamente exigente. No descartamos incrementar las medidas de presión si el Gobierno de Gasteiz no cambia su planteamiento y la asamblea de trabajadores así lo entiende»:

Ambos interlocutores dejaron claro que fueron los representantes del Gobierno de Gasteiz quienes rompieron la negociación al plantear esa propuesta «cerrada y sin posibilidad de modificaciones». Ante esta realidad exigieron la retirada de la actual propuesta y «el inicio de una negociación» ya que «el borrador que nos han trasladado no es utilizable como base por su contenido».

Denunciaron que pretende «consolidar una plantilla con un número de plazas insuficiente para poder ofrecer a la ciudadanía un servicio adecuado».

Esta realidad es una de las principales quejas de los afectados que acuden a los centros de Lanbide a tramitar el desempleo o recibir las prestaciones.