«El Ministerio de Relaciones Exteriores planea seriamente acudir de inmediato a los tribunales y organizaciones internacionales, y presentar las quejas correspondientes para detener la construcción de las colonias», advir- tió el jefe de la diplomacia de la Autoridad Palestina (ANP) Riyad al-Malki.

Hasta ahora, las autoridades de Ramallah se han abstenido temporalmente de realizar cualquier gestión unilateral en la ONU, en especial de acudir a la justicia internacional, para dar una oportunidad a las conversaciones de paz en curso. Los palestinos suspendieron toda demanda de adhesión a organizaciones internacionales, incluso a instancias judiciales que podrían perseguir a Israel, como el estatuto de Estado observador obtenido en noviembre de 2012 en la ONU que les daría ese derecho y serían habilitados así para presentar su candidatura ante la Corte Penal Internaciones (CPI) y la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

El ministro de Exteriores de la ANP denunció «los planes aprobados por Netanyahu para construir en las colonias y las tentativas de este último de ligar la colonización a la excarcelación de los presos».

El Gobierno israelí anunció la construcción de 1.500 viviendas en la colonia de Ramat Shlomo, en Jerusalén Este, como compensación de la liberación el martes de 26 prisioneros en el marco de las conversaciones de paz reiniciadas bajo el auspicio de EEUU. El diario israelí «Haaretz» informó ayer de que serán 5.000 las viviendas que se construirán en Cisjordania y Jerusalén Este, dando así un nuevo impulso a la colonización. En esa línea, responsables israelíes dijeron que en los próximos meses se anunciarán nuevas construcciones y que «palestinos y estadounidenses estaban al tanto de ese arreglo».

Por su lado, los dirigentes palestinos negaron categóricamente que aceptaran la construcción de nuevas viviendas en las colonias judías a cambio de la liberación de presos palestinos. El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, viajará próximamente a Israel y en los Territorios palestinos para tratar de dar nuevo impulso a la reanudación de las conversaciones tras el anuncio de acelerar la colonización.

Sin embargo, un destacado dirigente de la OLP afirmó esta semana que el proceso «no había realizado progresos tangibles» y lamentó que «la posición actual de negociación israelí es la peor desde hace veinte años».