Juan Diego, Luis Tosar, Javier Ríos y Estibaliz Gabilondo conversaban en torno a una mesa, mientras degustaban lo que, según todos los indicios, era un excelente vino. Cabe suponer que lo bebían de mentirijillas, porque la 20/4, que, a priori, parecía una secuencia sencilla, se resistía la condenada. Cada vez que el director, Max Lemcke, decía «¡corten!», el silencio reinante hasta entonces se rompía y el comedor del restaurante Olentzo de Zizurkil, convertido ayer en set de rodaje, era todo un hervidero. La maquilladora se afanaba en hacer nuevos retoques, los portadores de las jirafas del sonido aprovechaban para relajar los músculos de los brazos y el cámara cuidaba de que ésta no se moviese ni un milímetro del travelling sobre el que estaba emplazada.

El cronista, por su parte, aprovechaba los recesos entre toma y toma para documentarse y preguntar sobre “Casualday”, segundo largometraje de Lemcke, producido por Monfort (el de “Bosque de sombras”, de Koldo Serra), Estudios Picasso y Videntia Frames.

El filme toma el título de una práctica empresarial importada de Estados Unidos. Cada viernes se invita a los empleados a sustituir el traje de chaqueta por una vestimenta más informal y, en algunos casos, hacen una salida al campo y realizan actividades que, teóricamente, mejoran las relaciones personales y, en definitiva, contribuyen a reforzar la identificación con la empresa. Eso es lo que hacen los protagonistas del filme de Lemcke.

«Es una comedia ácida ­explica el propio director­. A priori, los espectadores pueden pensar que el mundo que refleja ‘Casualday’ está muy lejos del suyo. Pero no es así, porque la cuestión central de la historia es conformarse o no conformarse con la vida que a uno le ha tocado llevar, y, paralelamente, se abordan temas como las relaciones de poder en la empresa, la amistad, la dignidad o el amor».

Hacer reir sin chistes

El guión ha corrido a cargo de los hermanos Pablo y Daniel Remón y, al parecer, ha sido el banderín de enganche para que actores de la talla de Juan Diego, Luis Tosar o Alex Angulo se sumaran al proyecto. Arturo Valls, el archipopular Jesús Quesada de “Camera Café” y uno de los men in black de “Caiga quien caiga”, que también tiene un papel en el filme, destacaba ayer, entre toma y toma, que el guión está basado en unos diálogos «muy frescos, y, a pesar de que en ellos no hay chistes, te ríes. Aunque la historia no deja de ser un drama. Y eso no es ninguna tontería: procurar que la gente pasar un buen rato, pero, a la vez, hacerla salir del cine pensando, ‘madre mía, en qué sociedad estamos viviendo’».

Probablemente, la peor o, al menos, la parte más aburrida en los cortes y los consiguientes atrasos la llevaban los figurantes, sentados en sus respectivas mesas o esperando fuera del restaurante sin nada que hacer y poco que decir. Pero ya se sabe que sarna con gusto no pica. Uno de ellos, José Antonio Bombín, impecablemente ataviado a lo gran chef, hacía notar a GARA la importancia de su papel: «Los figurantes somos a las películas lo que los atletas populares son a las maratones; si en los maratones no participaran los atletas populares, sólo correrían los quince o veinte de la élite, y, entonces, vaya birria de maratones, ¿no?». En la misma línea, otro figurante, Javi Alaiza, éste vestido de comensal elegante, recurría a otra metáfora: «Somos al cine lo que a la Fórmula 1 es esa tuerca que, aunque insignifcante, si la ponen mal, le hacen perder a Fernando Alonso». Alaiza, seguramente previendo que sobre el papel sus palabras iban a quedar desprovistas de la ironía con las que, sin duda alguna, las había pronunciado, advertía al cronista en su despedida: «Es por darnos importancia, ya sabes».

El rodaje de “Casualday”, que se inició el 6 de noviembre, tiene su cuartel general en los estudios de grabación IZ de Amasa, situados en un caserío que a alguno de los actores llegados desde Madrid le pareció tan bucólico que preguntó a ver si iban a hacer un anuncio de leche. Pero, además de Amasa, el filme cuenta con otras localizaciones, como Zizurkil, donde se rodó ayer, o Urretxu, donde está previsto hacerlo la semana que viene. También tomarán imágenes en Madrid. La filmación concluirá el 13 de diciembre próximo. -