IRUÑEA

El diseño de la escenografía es obra de Carlos Montesinos, mientras que el vestuario es obra de Javier Sáez, y las coreografías que se insertan en los interludios musicales son obra de Andrés Beraza.

Las mismas fuentes recuerdan que el nombre de Moliére (1622-1673) «equivale a teatro» y su obra “El avaro” demuestra, «mejor que cualquier otra, su perfecta maestría en la escritura teatral».

Jean-Baptiste Poquelin, más conocido como Moliére y quien puede considerarse como la cima de la comedia clásica francesa, fue cómico de profesión, dramaturgo y actor; tenía un gran sentido de la escena y de las situaciones cómicas y de él destaca, ante todo, su sagacidad a la hora de crear caracteres vivos y reales.

Así, Moliére fue «una especie de pintor que caricaturizaba los defectos y las ridiculeces de la sociedad francesa del siglo XVII; éstas eran supuestamente inofensivas, pero grotescas por ser fruto de la pedantería: como las necesidades de los nuevos ricos o la petulancia de los médicos».

Sin embargo, las mismas fuentes destacan que «a Moliére no le interesaba tanto la trama de sus comedias (el mundillo de vanidosos y necios) como los caracteres, haciendo que tales personajillos aparezcan en la obra en toda su ridícula dimensión», aunque para no herir a nadie, sus tipos eran sólo eso, el hipócrita, el avaro, el sabio, el ignorante o el refinado, con los que ofreció así un vasto cuadro de costumbres de la época.