SOS Racismo apoya los empadronamientos en su sede
·La organización aclara que no es un fraude, «posibilita la inserción» y «no daña a inmigrantes ni terceros»
GASTEIZ
El responsable de SOS Racismo en Araba, Fede García, explicó ayer que su organización efectúa empadronamientos ficticios, que no fraudulentos, en su sede social en la calle Zapatería, para que los inmigrantes puedan iniciar los pasos para insertarse en la sociedad.
García envió ayer una carta pública al alcalde de Gasteiz, Alfonso Alonso, en relación con los empadronamientos realizados en la antigua sede, después de que el primer edil señalara que no se puede aceptar que haya tantas personas empadronadas en una lonja y calificara la situación de «fraude al padrón municipal y al Ayuntamiento». Estas declaraciones se produjeron tras conocerse la semana pasada un fallo judicial favorable a SOSRacismo y que anula la orden por la que se expulsó del padrón a 489 inmigrantes que estaban inscritos en el citado local de la calle Zapatería.
Según el alcalde, hay 366 personas que siguen figurando inscritos en el domicilio de la calle Zapatería, a lo que Fede García respondió que «realizamos empadronamientos ficticios, previstos en la legislación vigente», y no fraudulentos.
García reconoce que los empadronamientos realizados entre 2000 y 2003 en sus locales, han ascendido a 3.000 personas inmigrantes, la mayoría integrados social y laboralmente, con sus papeles en regla.
Según SOS, el padrón en sus locales «fue el primer escalón a superar, para iniciar una larga andadura llena de inconvenientes, tropiezos, rechazos y, cómo no, marginación. Muchos de ellos permanecieron empadronados en SOS unos días; otros, meses, pero la mayoría encontró un lugar donde empadronarse con normalidad». Por ello, «nuestra colaboración en empadronar de manera ficticia a personas en riesgo de exclusión social grave no es fraudulenta, porque no daña a los inmigrantes ni a terceros».
La organización subraya que facilitan así «procesos de inserción social a minorías claramente excluidas», que debieran de ser atendidas desde los servicios sociales municipales. «Pero esto no es así, debido a que para ser atendidos, deben de llevar en la boca, no el pasaporte, sino el volante de empadronamiento», explicó.
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