- Real Sociedad
Viafara: «Será difícil que nos ganen tras encontrar la brújula y la chispa»
·El colombiano achaca a unos problemas personales el nivel dado en anteriores encuentros
DONOSTIA
Preguntado por los puntos que firmaría en los partidos de esta semana en Iruñea y Getafe, John Viafara señaló ayer que «me conformo con los seis puntos. Cuando uno sabe lo que quiere, este equipo se está divirtiendo en la cancha, se está entregando y va ser muy difícil que nos derroten porque el equipo ya encontró la brújula y la chispa que le hacía falta».Se le señaló que se han encontrado tarde y respondió que «estamos a tiempo. Lo más importante en un campeonato no es cómo empiezas, sino cómo lo acabas y estamos a tiempo de terminar cómodamente. Los dos próximos partidos son claves, nos van a marcar una pauta y dirán para qué está la Real. Son partidos en los que tenemos mucho que ganar». Viafara no hace cuentas sobre los puntos necesarios para conseguir la permanencia: «No estoy pensado en números, estamos mirando al próximo rival, tenemos que afrontar los partidos como si fuera el último. Esas son las sumas de la Real. Lograr los tres puntos en el partido siguiente y olvidarnos un poco del descenso». John Viafara tiene muchas posibilidades de seguir en el once en función de lo que suceda con Jauregi y, especialmente, con Garitano. En el entrenamiento de ayer no se entrenó con los defensas, sino con los centrocampistas. Preguntado sobre su preferencia, señaló que «eso tiene que solucionarlo Gonzalo. Lo importante es que esté bien, hay otros compañeros esperando la oportunidad y es el técnico el que debe tomar decisiones y acertar a la hora de alinear el once pensando en el equipo y el campo con los que se va a jugar el partido».
Problemas personales
John Viafara dio un buen nivel el sábado ante el Barcelona. Sólo le faltó evitar la cesión a Alberto que originó el 0-1, estar al juego y no protestar un par de faltas del Barcelona, en una de ellos Etoo pudo marcar por eso, y sobró su alegría de subir al ataque cuando un central debe ser más disciplinado y mantener siempre la posición.Pero al margen de esos detalles jugó a un buen nivel y se pareció, con sus limitaciones, al Viafara que jugó bien en los dos primeros partidos de Liga y no al que lo hizo de pena en los dos siguientes. Un bajo rendimiento que Viafara ha achacado a un estado anímico negativo por los problemas que ha sufrido con los visados para que su familia pueda venir a Donostia, que se suman a los que mantiene con el Porstmouth, con el que está envuelto en una batalla legal con abogados porque no le pagan lo que le corresponde. Preguntado por esta cuestión, Viafara señalaba ayer que «tuve muchos inconvenientes que, aunque uno crea que no, te afectan anímicamente. Por ahí fallé, pero gracias a Dios y a los compañeros y a mis amigos ahora he vuelto a ser el mismo y trabajo con la misma felicidad y alegría con la que llegué. Estoy muy contento nuevamente y voy a darlo todo, tenemos una recta final bastante complicada, pero el equipo y yo estamos con confianza de que las cosas van a salir bien y vamos a rematar lo que resta de campeonato con un gran nivel». Sobre su estreno como central, señalaba que «no esperaba jugar de titular, hubo problemas con Igor y lo acepté. Había trabajado bastante en esa posición y me sentí muy cómodo en el terreno de juego. Se trata de eso, de trabajar bien para cuando llegue la oportunidad y tratar de aprovecharla».
Pocos aficionados para recordar una cuenta pendiente
J.I.
DONOSTIA Apenas se vendieron ayer 200 de las 700 entradas pedidas por la Real a Osasuna y, salvo que hoy haya una sorpresa agradable, serán pocos los aficionados que animarán mañana a su equipo en un partido trascendental. Habría sido interesante para la Real un desplazamiento más numeroso para recordar a la afición de El Sadar lo que sucedió el 17 de junio del 2001, cuando todo Anoeta animó a Osasuna para lograr la victoria que necesitaba para seguir en Primera División. Si Osasuna ha estado en los últimas años de manera ininterrumpida en Primera ha sido porque en aquel partido ganó el que más lo necesitaba y los aficionados realistas deberán recordar a los rojillos que su equipo necesita tanto la victoria mañana como el suyo en el 2001. La afición blanquiazul vivió una tarde desagradable el 12 de marzo del 2000 en Mendizorrotza en una situación similar a la actual. La Real se encontraba tras 27 jornadas en el puesto decimosexto con la amenaza del descenso muy cerca y su gente acudió a Gasteiz con la esperanza de que se recordara lo que había sucedido en el mismo campo un año antes cuando en el último partido de Liga el Alavés logró la permanencia gracias a su victoria en en el derbi albiazul. Aquella tarde de marzo, el Alavés, como Osasuna mañana, se encontraba con opciones de clasificarse para la Liga de Campeones y hubo un ambiente extraño en el campo hasta que la afición local dejó claro su deseo de que su equipo ganara a una Real a la que un sector importante llegó a cantar el «a Segunda, a Segunda». Eso hizo que Mané sacara al campo a determinados jugadores que no habían vivido el final de Liga anterior y dos goles de Javi Moreno remontaron el partido, pero aquel triunfo no valió para entrar en Champions y a los tres años se bajó a Segunda. De bien nacidos es ser agradecidos y la afición de Osasuna no puede esperar más para hacer lo mismo que hizo la de la Real hace cinco años y debería crear el ambiente ideal para que los guipuzcoanos ganen. Jugar el partido en miércoles será perjudicial a pesar de los autobuses gratuitos que saldrán mañana a las seis de Anoeta, regresarán tras el partido, y en los que podrán viajar los que compren las entradas en las taquillas, que hoy abren de once a una y de cinco a ocho. Quedan unas 200 entradas de 45 euros y 300 de 60.
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