Desesperado por encontrar una respuesta, se pasó cuatro meses visitando médicos. Finalmente, en el Quick Step descubrieron la inflamación del tendón, y, tras varias sesiones de infiltraciones de cortisona, hasta los primeros días de enero no comenzó a entrenar con garantías. Consciente de su retraso, ha tratado de recuperar el tiempo perdido y desde hoy compite en la Semana Internacional Coppi-Bartali. Su principal objetivo es el Giro, una carrera en la que revela que todavía tiene mucho qué decir.
Lo primero, ¿cómo se encuentra físicamente?
No lo sé. He entrenado duro, me he preparado bien y hecho todas las cosas lo mejor que he podido. Creo que no estoy mal pero llevo muchísimo tiempo sin competir, desde el Tour, excepto los cuatro días que he corrido en Mallorca.
¿En que estado se encuentra su rodilla derecha?
Los dolores han desaparecido. La pierna, sin embargo, no tiene la fuerza que debería. Me está costando mucho porque no coge el tono muscular necesario. La pierna va un poco a remolque de la otra.
¿Cómo resolvió el problema?
Por medio del equipo me llevaron a una clínica de Bruselas en diciembre. Me detectaron una inflamación que se estaba volviendo crónica en la zona en la que se me operó. Y decidieron hacerme unas infiltraciones de cortisona. Eso me permitió empezar a entrenar.
¿Le preocupa esa debilidad en la pierna?
No demasiado. He estado bastante peor. Hasta diciembre prácticamente no podía entrenar. Ahora mismo puedo entrenar con total normalidad, no me resiento para nada, pero sigue estando ese pequeño problema de la fuerza en la pierna.
¿En el invierno ha atravesado por sus
peores momentos como profesional?
Sí. Son momentos muy duros. Te planteas todo, muchas cosas. Y te preguntas por qué te tiene que pasar a ti. No consigo hacer dos años sin que se me corte la progresión. Yo creo que cada año he mejorado un poco, pero quizá no tanto como yo creo que podía haber mejorado. Si las lesiones te cortan esa progresión, se te quita la ilusión y te amargas un poco más.
Por lo que dice, incluso ha llegado a
perder la ilusión...
Sí, por supuesto que la había perdido, pero también te digo que la he recuperado. En concreto, el día de Nochebuena o Navidad salí a entrenar y ya reventé: tras 15 kilómetros no podía y rompí a llorar. Decía: “estoy haciendo todo lo que me dicen al pie de la letra y después de parar cuatro o cinco días me vuelve a doler otra vezŠ”. Todo por un error. Me he dado cuenta de que todo el mundo tiene un límite y yo esta vez lo he rozado. Ahora mismo me he centrado y de este asunto voy a salir fortalecido sicológicamente.
¿Qué calendario va a disputar después de la Semana InternacionalCoppi-Bartali?
Vuelta al País Vasco, Amstel, Flecha, Lieja, Romandía y Giro. Todos los años he hecho un calendario parecido.
El retraso en su preparación y cara al Giro
es evidente
No lo he podido evitar. Soy consciente del volumen de entrenamiento que he dejado de hacer. He intentado recuperar el tiempo perdido. Sobre todo, me da miedo que no he competido desde el Tour. Creo que voy a notar la falta de ritmo de competición.
Y tras el Giro, ¿qué va a disputar, Tour o
Vuelta?
En principio tenía pensado hacer Giro y Tour. No sé si se va a mantener. Y, aunque está por decidir, creo que seguiremos esa línea.
El año pasado fue quinto en el Giro,
¿alcanzó su madurez ciclista?
Me demostré a mí mismo que era capaz de manejar una carrera y tener una visión, cuando antes iba un poco a remolque de los demás. Me refiero al Giro: sí que he alcanzado mi madurez, aunque también creo que no he dicho todo lo que tengo que decir en esa carrera. No sé dónde está el techo de mis cualidades.
¿Y hasta dónde cree que puede llegar?
No lo sé. Es mucho hablar hoy en día. Si hubiera acabado el año pasado bien, mi cabeza estaría pensando en ir a ganar el Giro. Es una carrera que conozco muy bien y he estado dos años ahí fue quinto el año pasado y cuarto en 2002. Pero todo no ha ido en orden, se me crea un mar de dudas; no me puedo plantear nada porque se me cortan las progresiones y así es difícil hacer ningún plan a largo plazo.
Deportivamente, ¿qué le pide al 2006?
Ser competitivo y olvidarme de las lesiones.
¿Tiene objetivos concretos?
Prefiero ir paso a paso. Esta semana va a ser importante para conocer en qué punto me encuentro. Mi situación no es fácil y no puedo aventurar nada, día a día tengo que ver cómo evoluciono y cómo asimilo todo el parón que he tenido.
Entre tanta pena y sufrimiento, la actuación de su amigo Patxi Vila en la París-Niza ha tenido que ser un motivo de satisfacción...
Sí, sí. Lo veíamos venir. Al principio del año hablamos de que quizá había llegado su momento. Ha demostrado ser uno de los mejores currantes pero debía demostrar que podía ganar. Se ha preparado para ello y a partir de ahora vamos a ver a otro Patxi Vila. La París-Niza ha sido un punto de inflexión importante. -
